ESNOTICIA
Pla y Garrigues piden que el confinamiento sea por comarcas
En fin de semana, en lugar de municipal
El presidente del consell comarcal del Pla, Rafel Panadés, pidió ayer un confinamiento comarcal los fines de semana y no por municipios, que es como se aplica actualmente. A esta propuesta se sumó también el presidente de la corporación comarcal de Les Garrigues, Jaume Setó, mientras que el presidente del Segrià, David Masot, apuntó que estudiará con el resto del equipo de gobierno si se unen también a esta reivindicación.
Panadés denunció que el confinamiento municipal supone un “agravio comparativo” para las comarcas de Lleida respecto al Área Metropolitana. “No es lo mismo el confinamiento municipal en una gran ciudad que en un pueblo pequeño, donde a veces los vecinos deben ir a la capital de la comarca para acceder a servicios básicos”, remarcó. Explicó que varios habitantes de El Poal, municipio del que es alcalde, no han podido ir a comprar durante el fin de semana a Mollerussa, ya que un control les prohibió el paso. “No todos los pueblos tienen tiendas abiertas como las grandes ciudades” argumentó. Recordó que el 80% de los municipios de Catalunya son pequeños y tienen menos de mil vecinos. Por ello, pidió el confinamiento comarcal y recordó que por Tots Sants se pudo visitar cementerios de otros municipios dentro de una misma comarca. Por otra parte, los transportistas encontraron ayer abiertos los restaurantes de varias áreas de servicio en las carreteras leridanas, como la de la autopista AP-2 y la de la autovía A-2 en Vila-sana, entre otras. Solo los conductores de camiones pueden ahora sentarse en los comedores. El resto del sector de la hostelería sigue limitado a servir comida para llevar o a domicilio. Con locales y terrazas cerrados, se ha vuelto frecuente la imagen de personas tomando café y otras bebidas en la calle, en vasos desechables y en las proximidades de los establecimientos que las sirven para llevar. El cierre ha desencadenado movilizaciones entre los propietarios de bares y restaurantes, que han convocado para mañana una marcha desde la sede de la Federació d’Hostaleria hasta la delegación del Govern en Lleida. Una vez allí, tienen intención de romper platos en señal de protesta.