EDUCACIÓN CULTURA
Clases con arte en el Morera
Alumnos del Príncep de Viana hacen sesiones semanales en el museo || A partir de sus inquietudes aprenden nuevos conceptos
Hacer una clase a partir de las inquietudes de los alumnos y rodeados de arte. Esta es la original iniciativa que llevan a cabo el colegio Príncep de Viana y el Museu Morera con el objetivo de, por un lado, despertar la curiosidad de los estudiantes y que esta sirva como hilo conductor de una clase y, por otro, para que el museo se dé a conocer entre los más jóvenes. Por el momento, ya ha acogido tres clases, una de cada ciclo de Primaria, en las que se han tratado temas que van desde aprender a restar, hacer un inventario o conocer figuras claves en la cultura leridana. La educadora social del Museu Morera, Txell Bosch, explica que “la iniciativa surgió a raíz del futuro traslado del museo a la antigua Audiencia y uno de los objetivos que nos marcamos fue darnos a conocer en los centros del barrio y tomar como punto de partida las inquietudes de los niños para así construir un pensamiento y el aprendizaje”. El proyecto ha sido llevado a la práctica por el colegio Príncep de Viana aceptaron y, desde hace una semana, cada martes, miércoles y viernes alumnos del mismo acuden al museo para hacer una clase distinta a la que están acostumbrados. “Estas sesiones las haremos durante lo que queda de curso y los alumnos están encantados”, señala la jefa de estudios del centro, Marta Rodrigo, que detalla los diferentes conceptos que han aprendido en las tres sesiones ya hechas. “El martes los alumnos del ciclo inicial se fijaron en un cronograma y aprendimos que los guiones sirven para separar los números y que esto implica un intervalo de tiempo, aprendiendo la resta y convirtiendo la sesión en una clase de matemáticas. Con los de ciclo medio salió el tema de la tipología de las obras de arte y acabamos hablando del hecho de coleccionar y lo que es un inventario. Y el viernes surgió el tema de los elementos identificativos de cada uno y hemos acabando hablando de Leandre Cristòfol”, concluye Rodrigo, que añade que, a pesar de que “las inquietudes de los alumnos son espontáneas, los conceptos que enseñamos ya están fijados en un currículo”.