Educación por la igualdad

E

studiar la violencia que sufrieron las mujeres en la mitología en la asignatura de Griego. Estas es unas de las actividades que incluye en Bachillerato el instituto Guindàvols de Lleida, en el marco del programa Coeduca’t de Educación, que tiene como objetivo impulsar la perspectiva de género, la visibilizacion de las mujeres en el curriculum educativo y la sexualidad de manera transversal. Laura Moliner, la coordinadora de coeducación del centro, recuerda que desde 2008 trabajan estas cuestiones y explica que organizan actividades para “ser conscientes día a día” de la situación, adaptadas a las diferentes materias, y también otras destinadas a la participación en “el 8 de Marzo, el 25 de Noviembre o el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia”, igual que hacen el resto de colegios e institutos leridanos implicados en el programa. Teresa Quintillà detalla que en Latín estudiaron a Hipatia de Alejandría, perseguida por ser mujer, científica y agnóstica, y Rosa Borrell apunta que en Inglés analizaron los roles sexistas de las mujeres en la publicidad y el acoso que aparece en algunas canciones. También han diseñado actividades para ESO y FP.

Jose Antonio Baena, del instituto Canigó de Almacelles, explica que hace dos cursos iniciaron el proyecto con un “diagnóstico para ir implementando actividades con el alumnado y llegar también a las familias”. Trabajan la coeducación en las tutorías y con vídeos y lecturas, cada uno en su asignatura. Por ejemplo, estudian en papel de las mujeres en Historia y en Biología, pusieron de manifiesto que en las ilustraciones de la evolución no suelen salir figuras femeninas. “Nos ponemos las gafas lila para ver la desigualdad”, indica. También organiza talleres de chapas y carteles para participar en días especiales. Asimismo, Manoli Pavón, del colegio Sol Ixent de Corbins, relata que en su caso se han centrado en rediseñar el patio, ahora ocupado básicamente por un campo de fútbol en el que esencialmente juegan niños, de modo que las niñas disponen de un espacio reducido. El curso pasado los alumnos hicieron un “diagnóstico” y plantearon que querían “una zona de descanso, psicomotricidad, juego y movimiento y otra de naturaleza y experimentación, para una participación equitativa”. Acordaron con el ayuntamiento desmarcar las líneas del campo y retirar las porterías.