Inician el derribo de la piscina cubierta de los Camps Elisis, que estará listo en dos semanas

El ayuntamiento empezó ayer los trabajos para derribar el edificio de la piscina cubierta de Cappont, situado en los Camps Elisis, y cederá el solar para ampliar la escuela Camps Elisis. Unos trabajos que el consistorio prevé que duren aproximadamente unos 15 días y que se llevan a cabo después de comprobar que el edificio tenía serios problemas estructurales.

Así lo aseguró ayer el teniente de alcalde de Urbanismo, Toni Postius, durante una visita a las obras de derribo. Detalló que este equipamiento, que albergaba la que era la única piscina cubierta municipal y que lleva más de 15 años en desuso, se encuentra en “muy malas condiciones y las patologías que sufría se han ido agravando en los últimos años, llegando a una situación de peligro desde el punto de vista estructural”. Un riesgo provocado principalmente por la corrosión del hierro a causa del cloro en algunos elementos del subsuelo del complejo. “Hoy se ha empezado a retirar de forma manual el techo y calculamos que antes de que se reanude el curso escolar se podrá derribar todo el edificio, lo que comportará evitar una situación de peligro y dignificar un espacio que estaba en muy malas condiciones y daba una imagen negativa al conjunto de los Camps Elisis”, dijo Postius.

El estado del edificio “ha llegado a una situación de peligro desde el punto de vista estructural”

Una vez se efectúe el derribo se negociará con la Generalitat para cederle el solar, además de las casetas de la escuela de jardinería que hay al lado, para poder ampliar la escuela Camps Elisis. “La propia Generalitat ya nos ha pedido la cesión del solar”, precisó el teniente de alcalde, que ya avanzó que, si el proceso de negociación “se alarga mucho, dignificaríamos el espacio”. Precisamente, la Generalitat aprobó en julio las obras de ampliación del colegio, valoradas en 2.520.000 euros, que prevén la construcción de un edificio de dos plantas en la parte trasera del centro.

A pesar de que está previsto el derribo completo del edificio, Postius precisó que el rocódromo que hay allí se mantendrá. Este está situado en la puerta de entrada del complejo de la calle Santa Cecília, con una superficie de 80 metros cuadrados. Con el derribo que empezó ayer se pone punto y final a uno de los equipamientos históricos de Cappont y que estaba en desuso desde hace 15 años. Esta piscina había acogido múltiples actividades, ya que fue una de las primeras cubiertas de la ciudad.

“ITV” para el Antorxa, el Xalet y el Palau de Vidre El derribo de las piscinas cubiertas prevé ser un punto de partida para inspeccionar el estado de los demás edificios municipales de los Camps Elisis. Así lo aseguró Postius, detallando que el pabellón Antorxa, que está catalogado como un bien cultural de interés local, “desde el punto de vista estructural está bien y se harán acciones para arreglarlo y recuperarlo con el objetivo de que sea un espacio polivalente”. Por otro lado, en las próximas semanas también analizará el estado del Xalet de los Camps Elisis, “que lleva años cerrado”, así como del Palau de Vidre, en el que el ayuntamiento está estudiando “hacer actuaciones estéticas”, según Postius. “Nuestra voluntad es que los edificios municipales que estén en malas condiciones se derriben o se rehabiliten”, concluyó.