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Once leridanos cumplen condena haciendo prevención contra la Covid-19

Los trabajos comunitarios son medidas penales alternativas a la prisión que consisten en hacer una actividad no retribuida de interés público y social. En Lleida hay actualmente once personas que los están haciendo con tareas de prevención de la Covid-19 en CAP o centros cívicos. Se encargan de controlar aforos y dispensar mascarillas o gel.

La iniciativa se lleva a cabo en el control de acceso al CAP de Balàfia-Pardinyes.

La iniciativa se lleva a cabo en el control de acceso al CAP de Balàfia-Pardinyes.AMADO FORROLLA

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Once leridanos que han sido condenados a trabajos comunitarios cumplen la pena haciendo tareas de prevención de la Covid-19. Su tarea es controlar el aforo de espacios y dispensar mascarillas y gel hidroalcohólico en Centros de Atención Primaria (CAP), centros cívicos, bibliotecas, mercados y otros equipamientos públicos. Se trata de una iniciativa del Área de Medidas Penales Alternativas (MPA) del departamento de Justicia que ofrece desde el verano a entidades y organismos colaboradores.

En Catalunya son 298 personas. La iniciativa surgió en verano tras la primera ola ya que muchas de las entidades o centros colaboradores donde habitualmente se llevan a cabo los trabajos comunitarios habían restringuido su actividad, según explica la responsable de Medidas Penales Alternativas de la conselleria de Justicia, Teresa Clavaguera, que añade que “permite que el personal de los centros se dedique en exclusiva a su trabajo y los condenados sean un nuevo recurso para combatir la pandemia”.

Un ejemplo de este tipo de trabajos en beneficio de la comunidad lo ofrece un vecino de Pardinyes que desde noviembre cumple su condena con tareas en prevención de la Covid-19. En un principio lo hizo en el Pavelló Onze de Setembre, donde controlaba los accesos durante la realización de pruebas PCR a grupos escolares, y desde diciembre hace el cribaje de los usuarios que acuden al CAP de Balàfia-Pardinyes.

Según explica a SEGRE, la experiencia ha sido muy positiva, ya que, cuando fue condenado a trabajos comunitarios, dice, “pensaba que me harían limpiar grafittis o pintar bancos y ha sido gratificante saber que también podía ayudar a los sanitarios a centrarse más en la atención a las personas durante la pandemia”. Añade que es una “muy buena idea” que se destinen los trabajos en beneficios de la comunidad a tareas que puedan ayudar a la ciudadanía como la prevención del coronavirus.

Al respecto, la directora del CAP de Balàfia-Pardinyes, Sandra Guerrero, destaca que la experiencia ha sido tan positiva que ya han pedido que les destinen a más personas y avala que se mantengan tras la pandemia.

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