La desesperante espera de las vacunas

Y a mí, ¿cuándo me toca vacunarme contra la Covid-19? Esta es la pregunta que cada vez se están haciendo más personas, sobre todo de edad avanzada, ya que sigue sin haber un calendario concreto de vacunación porque tampoco hay una previsión exacta de la llegada de las vacunas. “Primero tenemos que saber las dosis que habrá para hacer una previsión”, afirmó esta semana el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon.

Uno de los problemas es la inquietud que genera entre las personas mayores de 80 años –y entre sus familiares– el hecho de no saber cuándo recibirán la dosis, mientras otras a las que conocen sí han sido vacunadas. Y muchas veces entre las primeras hay personas de mayor edad que entre las segundas. El ritmo de inmunización depende de los pacientes que tiene cada CAP, ya que las vacunas llegan directamente a cada ambulatorio. Por ejemplo, esta semana en Lleida se repartieron 1.568 dosis de Pfizer, también llegaron 600 de Moderna y 3.615 de AstraZeneca.

La preocupación es tal, que los centros han pedido a sus pacientes que dejen de llamar para saber cuándo se les vacunará. La razón es sencilla: no se sabe, ya que ni Pfizer ni Moderna ni AstraZeneca están cumpliendo con la entrega de vacunas.

De hecho, AstraZeneca anunció ayer que dará menos de un tercio de lo comprometido este trimestre, pero Salud confía en aumentar el ritmo en abril con las de Janssen. Otro problema es que la de AstraZeneca solo se puede administrar hasta los 55 años, lo que ha obligado a adelantar el turno del personal esencial.

Aun así, se está vacunando a dependientes de grado III, II y I, mayores de 80 años, los están en un programa de atención domiciliaria y pacientes trasplantados, dializados e inmunodeprimidos con Pfizer y Moderna. Además, ahora tocarán las segundas dosis a estos colectivos, por lo que se citarán menos personas para la primera.

“Estamos preocupados”, señalaron Dolors Arderiu, coordinadora de la Gent Gran de Lleida, y Jacinto Pernia, presidente de los jubilados de Pardinyes. “Creíamos que ya nos tocaba pero vemos que se está retrasando y la gente no para de preguntar, tanto al CAP como a nosotros, cuándo será su turno”, explicó Pernia.

De hecho, Arderiu destacó que son muchos los que están pendientes del teléfono para programarles la vacunación, ya que después de un año “encerrados y sin ver a la familia, se está haciendo muy duro”. Aseguró que hay personas medicándose por depresión.

“Hay días que no me levantaría”, apuntó Pernia, pero dijo que la clave es “pensar en positivo” para no hundirse y aprovechar el tiempo con lo que se pueda, por ejemplo, dando paseos. “Todos tenemos muchas ganas de volver a jugar a las cartas, al dominó y hacer tertulia”.

Aun así, ambos coincidieron en que, una vez vacunados, serán las autoridades las que permitirán volver a la normalidad. “No será algo de hoy para mañana”.

De hecho, hace un mes Salud confiaba en que la vacunación masiva podría ser a finales junio, pero ayer, la consellera, Alba Vergés, calculó que en ese mes estará inmunizada el 30% de la población y que la vacunación masiva sería “antes de agosto” si llegan vacunas.

“Si en esta última hora hubieran estado vacunados los mayores de 55 años,

se podrían haber evitado 393 ingresos”, afirmó Argimon, que ha repetido en varias ocasiones que “no tiene sentido vacunar a un docente de 30 años y no a uno de 60”, ya que asegura que la reacción inmunológica es la misma a los 55 que a los 64 años. Por este motivo, tanto el secretario como la consellera de Salud, Alba Vergés, “amenazaron” al ministerio de Sanidad con usar la vacuna en mayores de 55 años.

Sin embargo, no se ha tomado ninguna decisión después de los casos de trombosis detectados en países como Dianamarca con la vacuna de AstraZeneca y que ha obligado a otros a paralizar la vacunación. Al respecto, Vergés pidió ayer “tranquilidad” y remarcó que se seguirá con la campaña, aunque se han retenido 2.000 dosis de un lote mientras se estudian en el ámbito europeo estos casos de trombosis.

En este sentido, la consellera pidió que se reanude el debate para poder administrarla a los mayores de 55 años. Según Vergés, si se mantiene la vacunación, también se debería avanzar en esto.

Algunos de los países que la inyectan a mayores de 55 años son Reino Unido, Alemania, Italia, Bélgica, Francia o Grecia. En caso de que se de luz verde a ampliar la franja de edad, Vergés afirmó que se empezará a citar a los trabajadores esenciales, como cuerpos de seguridad y docentes, por “no dejar colectivos a medias”.

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Por otra parte, poco se ha hablado de la vacunación de los niños y adolescentes, ya que casi no se han hecho ensayos con las vacunas. Según la comunidad científica, los resultados sobre su eficacia no llegarían hasta 2022 y solo aquellos con ciertas patologías podrían ser inmunizados antes.

«Creo que me vacunarán en mayo, pero ya estoy pendiente del CAP» “No he pasado la Covid y quiero vacunarme para estar tranquila y poder estar de una vez con con mi familia, ya que desde hace un año ya no nos reunimos todos los domingos y casi no veo a mis nietos. Prácticamente llevamos un año sin salir de casa y, junto con mi marido, tenemos ganas de hacer vida normal.

Toda esta situación se está alargando mucho y vemos que la campaña de vacunación se está retrasando. De hecho, creo que ni a mi ni a mi marido nos tocará hasta mayo, pero inconscientemente estoy pendiente del teléfono por si nos llaman del CAP.

De todo lo que está pasando, una de las cosas que más nos preocupa es la desinformación para saber cuándo nos tocará, ya que las farmacéuticas no entregan las dosis prometidas. Vemos cierta improvisación y falta de gestión y planificación por parte de la Unión Europea y tiene que hacer cumplir con los contratos”.

Distribución ingresados UCI por edades La mayoría de los ingresados por Covid en las UCI de Catalunya tienen de 56 a 78 años. Según el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, los pacientes de más de 55 tienen 7 veces más probabilidades de ir a la UCI y 200 veces más de morir que los de 35 a 44 años. Por este motivo, Salud exige que la vacuna de AstraZeneca, limitada por el ministerio de Sanidad hasta los 55 años por falta de ensayos en una edad superior, pueda administrarse hasta los 65.