TRIBUNALES JUICIO
El ADN, clave para acusar ahora a un leridano de una violación en 2017
Hallaron semen en la víctima con un perfil genético que coincide con el de un detenido tres años después por otro delito || Se enfrenta a 7 años de prisión
El acusado, ayer en el juicio, está encarcelado preventivamente por otras causas.
“Me desperté tirada en un colchón de un piso del Barri Antic, medio desnuda, me habían robado el móvil y no recuerdo qué pasó porque esa noche salí de fiesta e iba bebida. Solo tengo flashes de varios hombres sobre mí.
Entonces fui a la policía y denuncié una violación pero no sé quién fue”. Esto es lo que explicó ayer en la Audiencia de Lleida una mujer que el 26 de agosto de 2017 acudió a los Mossos d’Esquadra para denunciar que sospechaba que la habían violado.
Los investigadores y médicos que la atendieron hallaron restos de semen en su vagina y en su ropa que analizaron para extraer el ADN, aunque no encontraron a ningún sospechoso con ese perfil genético. Tres años después saltó la alarma en la base de datos de los cuerpos policiales cuando se introdujo un ADN que coincidía al 100%.
Era el de un leridano que había sido detenido un robo. .
Este individuo se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia acusado de un delito de abuso sexual con acceso carnal por vía vaginal y por el que la Fiscalía solicita que sea condenado a siete años de prisión. El Ministerio Público no lo acusa por agresión sexual al considerar que no hubo violencia ante el estado de vulnerabilidad en el que se encontraba la víctima.
El acusado, que siempre había negado haber tenido relaciones con la denunciante, cambió ayer de versión y afirmó ayer que el sexo fue consentido. Añadió que esa noche la denunciante se discutió con su pareja y que la mujer se quedó con él de fiesta y acabaron teniendo relaciones sexuales.
En cambio, la víctima explicó que esa noche salió con una amiga, que corroboró esta versión. Por su parte, el agente de los Mossos d’Esquadra que recogió la denuncia, declaró que “la mujer estaba en estado de shock y traumatizada por lo que había pasado y activamos el protocolo, como que la examinaran en el hospital.
También recogimos su ropa”. Además de los siete años de prisión, la Fiscalía solicita otros siete años de libertad vigilada un vez cumpla la pena impuesta, una orden de alejamiento de 100 metros durante un periodo de 10 años y que indemnice a la víctima con 9.000 euros por los daños morales causados.
La defensa pidió la absolución. .
