LLEIDA
El puerta a puerta arranca con dudas
Hace dos semanas que parte de Balàfia y Pardinyes han adoptado el sistema de recogida de residuos puerta a puerta. Un método que permite mejorar el reciclaje a costa de un mayor esfuerzo ciudadano para separar los residuos y que ha generado división de opiniones entre el vecindario sobre su efectividad y limpieza
Son las ocho de la tarde y toca bajar la basura. Cada día puede tirarse la orgánica y el vidrio en los contenedores específicos, los únicos que quedan en la calle; jueves y domingo hay que dejar delante de la puerta del edificio las bolsas con envases; el jueves, también la fracción resto; y el domingo, el papel y cartón, que los bloques con más de 5 pisos deben almacenar en contenedores comunitarios.
Esta es la rutina que la mitad de los vecinos de Pardinyes y parte de los de Balàfia han tenido que asimilar desde hace dos semanas. Se trata del sistema de recogida puerta a puerta, un método que permite un mejor reciclaje a costa de un mayor esfuerzo ciudadano.
Sobre el papel y por su objetivo, a todos les parece bien, pero la práctica genera dudas y quejas..
“No me parece un mal sistema, pero me está costando adaptarme, lo veo poco práctico”, reconoce Josep, un vecino de Corregidor Escofet que ha salido a tirar la basura orgánica en batín. Dice que “no lo veo muy viable para los pisos, si fuera Ciutat Jardí me parecería bien, pero aquí no me acaba de encajar, pero hay que reciclar sí o sí”.
Mientras tira la basura y vuelve a casa, otro vecino de su bloque tira tres bolsas de basura en un contenedor de obra. Y es que el puerta a puerta ha provocado división de opiniones, pero la gran mayoría apuestan por el reciclaje, aunque, como vemos, hay excepciones.
A diferencia de Josep, Jessica, que vive en la calle Xavier Puig i Andreu, cree que “es un buen sistema y es positivo para el medio ambiente, poco debate más puede haber que este”. Una opinión que su vecina Sara comparte a medias, ya que “no me parece mal, pero cuesta hacer una valoración general ahora mismo, me genera dudas sobre su efectividad”.
Por otro lado, puntualiza que “no da muy buena imagen ver que el día de recogida están todos las bolsas de basura en la calle, no da sensación de reciclaje, pero no toca otra que acostumbrarnos”. .
La asociación de vecinos dice que este hecho afecta a la privacidad de lo que consume cada familia
En el otro extremo están Anna y Enrique, una pareja que vive en Prat de la Riba, que cargan contra la Paeria. “El ayuntamiento no es nadie para obligarnos a tener un contenedor en el edificio, y, además, si trabajo hasta tarde no puedo cumplir los horarios para tirar la basura, es un sinsentido y lo suspendemos totalmente”, zanjan.
Desde las asociaciones de vecinos de Balàfia y Pardinyes el mensaje es el mismo. “Se debería haber informado más a la ciudadanía, pero por algo es un plan piloto, aunque también sabemos de casos de vecinos que cruzan Corregidor Escofet para tirar la basura a la zona que no es puerta a puerta”, dice una portavoz de la entidad vecinal de Pardinyes. “Es un sistema que puede funcionar, pero se necesita mejorar si quiere tener futuro, que ojalá lo tenga”, concluye el presidente de Balàfia, Toni Baró.
Talamonte: “Ya se ha doblado el reciclaje, es un éxito” nEl teniente de alcalde de Transición Ecológica, Sergi Talamonte, califica de “éxito total” el nuevo sistema. “Antes de implantarlo, en esas zonas de Balàfia y Pardinyes la recogida selectiva era del 30% y ahora ronda el 65%”, destaca.
Dice que los contenedores de la orgánica “tienen unas 700 lecturas de apertura diarias y el 85% de los contenedores comunitarios de papel y cartón funcionan debidamente”. Sobre las quejas de que algunos contenedores de orgánica no funcionan, responde que “de los 40 que hay solo hemos detectado errores en dos que ya han sido retirados”.
No ve factible a corto plazo aumentar los días de recogida “porque el contrato con la concesionaria está establecido así y hasta que no se renegocie no se puede cambiar”. “Los días son los mismos que en otros municipios de la comarca y en ciudades de la UE.
Ampliar los días subiría los gastos, lo que comportaría una subida de las tasas”, avisa. .
«Está bien, pero no sé si vale para otros barrios» Ciutat Jardí y Vila Montcada fueron los primeros barrios de la ciudad de Lleida que empezaron a utilizar el puerta a puerta a finales de 2018. No obstante, los únicos contenedores que tienen en estos barrios en las calles son para el vidrio y, al ver que en Balàfia y Pardinyes disponen de unos para la orgánica, que se abren con un chip, los vecinos de estas zonas reclaman lo mismo para ellos.
De hecho, en las últimas semanas la asociación de vecinos de Ciutat Jardí ha manifestado que esta situación constituye un agravio comparativo. “Si pusieran islas de contenedores, especialmente cerca de los edificios plurifamiliares, solucionaríamos el principal problema del puerta a puerta, ya que por lo demás estamos contentos”, dice Ramir Bonet, presidente vecinal de Ciutat Jardí.
Precisamente, con en los que hay muchas más casas unifamiliares que pisos, esto hace que “la recogida sea más cómoda y efectiva”, reconoce Bonet, “pero no por ello perfecta”. Por otro lado, a los vecinos de Ciutat Jardí también les preocupa “la confidencialidad, ya que las bolsas de plástico son transparentes y no gusta que se vea los productos que consumimos” concluye Bonet.
Otros vecinos tienen una perspectiva mucho más crítica. En este sentido, consideran que hacen falta una mayor frecuencia de la recogida de basura para evitar tener que guardarla tantos días en casa.
Indican que la información también ha sido siempre deficiente, ya que, por ejemplo, para los edificios plurifamiliares nunca se ha fijado el lugar donde hay que dejar las bolsas, que se acumulan en montañas. También destacan que durante la pandemia la Paeria dejó de distribuir el material para el reciclaje.
“Desde entonces, en mi comunidad fueron muchos los que han dejado de reciclar”, explicó una vecina, que añadió que a las personas que trabajan en un turno de tarde-noche les resulta imposible sacar la basura entre las 20.00 y las 22.00 horas, que es el horario fijado..
«Estos primeros días han sido algo anárquico» Antoni Tahull es vecino de Ciutat Jardí, el primer barrio junto con Vila Montcada en el que se empezó a usar el puerta a puerta en 2018. “Fuimos los pioneros de la ciudad y considero que es un buen sistema porque se ha demostrado que la gente recicla más y mejor”.
No obstante, duda de que “se pueda aplicar el puerta a puerta de Ciutat Jardí en barrios con bloques de pisos, por lo que no sé si en Balàfia o Pardinyes será igual de efectivo”. Por otro lado, Tahull reconoce que el puerta a puerta tiene cosas negativas.
“Dejar las basuras en la calle da sensación de suciedad, en verano pueden generar bastante hedor y además atraen a animales”, lamenta. Por otro lado, este vecino opina que “no estamos notando los beneficios de este sistema, ya que nos prometieron que al reciclar nosotros se mejoraría la limpieza en las calles y, por desgracia, no está siendo así”.
Por último, Tahull critica que la Paeria “todavía no haya repuesto los contenedores para vidrio que se quemaron en nuestro barrio”. .
«Es un sistema bueno y útil para reciclar más» “De momento, me está pareciendo un sistema algo anárquico. Se ha informado muy por encima del puerta a puerta y el primer día había muchas colas en la oficina de atención a la ciudadanía”.
Así define Miquel Padilla, exconcejal y vecino de Pardinyes, los primeros días del puerta a puerta. A pesar de respaldar este nuevo método, admite que “es difícil llevar a cabo un cambio tan brusco, de hecho, algunos vecinos pasan de él y tiran la basura en la zona del barrio donde no hay puerta a puerta o donde pueden, hace falta tiempo para acostumbrarse, no será fácil”.
Padilla también teme el verano. “No sé si en julio o agosto el sistema gustará, ya que dejar las basuras fuera en la calle y con los olores que generan igual se hace duro, no lo acabo de ver claro a pesar de que creo que se debe reciclar más”.
La anécdota c que explica es que los primeros días del puerta a puerta “entre los vecinos nos íbamos ayudando y asesorando sobre cómo se hacía y qué día tocaba cada fracción”. .