SENTENCIA VIOLENCIA MACHISTA
Condenado por una violación al aparecer su ADN en la base policial
La víctima denunció en 2017 y el ahora sentenciado fue detenido en 2020 por un robo y se descubrió su autoría en la agresión sexual || Le imponen 5 años de prisión
El juicio se celebró el pasado 17 de marzo en la Audiencia de Lleida.
El ADN ha sido clave para que la Audiencia de Lleida condene a cinco años de prisión y a otros seis de libertad vigilada a un hombre que en agosto del año 2017 violó a una leridana en un piso del Barri Antic. El acusado no fue imputado hasta tres años después de los hechos cuando fue detenido por robos. El hombre accedió a dar su ADN y, cuando lo introdujeron a las bases policiales, su perfil genético coincidió con el del semen que hallaron en la vagina y la ropa de la víctima, que no recordaba nada de lo sucedido.
La mujer declaró en el juicio que se celebró el pasado marzo en la Audiencia de Lleida que “me desperté tirada en un colchón de un piso del Barri Antic, medio desnuda, me habían robado el móvil y no recuerdo qué pasó porque esa noche salí de fiesta e iba bebida. Solo tengo flashes de varios hombres sobre mí.
Entonces fui a la policía y denuncié una violación pero no sé quién fue”. Fue el 26 de agosto de 2017 acudió a los Mossos d’Esquadra para denunciar que sospechaba que la habían violado.
Los investigadores y médicos que la atendieron hallaron restos de semen en su vagina y en su ropa que analizaron para extraer el ADN, aunque no encontraron a ningún sospechoso con ese perfil genético. Tres años después saltó la alarma en la base de datos de los cuerpos policiales cuando se introdujo un ADN que coincidía al 100%.
En cambio, el acusado, que siempre había negado haber tenido relaciones con la denunciante, cambió de versión en el juicio y afirmó que el sexo fue consentido..
La Fiscalía, que pedía siete años de prisión, no le acusaba por agresión sexual sino de abuso sexual con acceso carnal al considerar que no hubo violencia ante el estado de vulnerabilidad en el que se encontraba la víctima. El tribunal da credibilidad a la versión de la víctima, remarca las contradicciones en la que ha incurrido el acusado y remarca como prueba clave para imponer una sentencia condenatoria que su ADN estaba en la vagina y la ropa de la mujer.
El condenado, que está encarcelado por otra causa por robos, tampoco podrá acercarse ni comunicarse con la víctima durante otros seis años y deberá indemnizarla con 6.000 euros por daños morales.
