SUCESOS TRIBUNALES
El atracador de los supermercados de Lleida causó varios altercados en la prisión
Ha sido considerado uno de los reclusos más peligrosos de Catalunya || En Ponent seguía los programas de tratamiento y mostró una actitud menos conflictiva
Dino Marcelo Miller, el asesino que fue detenido el viernes como presunto autor de los dos atracos a punta de pistola en supermercados de la Zona Alta y Pardinyes de Lleida, regresó el sábado al Centre Penitenciari de Ponent después de que el juez de guardia decretara su ingreso en prisión, como avanzó SEGRE ayer. Reingresó en la cárcel leridana cuatro meses después ser excarcelado tras cumplir la condena de 64 años de prisión por varios asesinatos, aunque solo unos 22 fueron de prisión efectiva.
Durante estas dos décadas ha sido considerado uno de los reclusos más peligrosos de Catalunya y estaba tipificado como “interno de especial seguimiento”, según apuntaron ayer a este periódico fuentes penitenciarias. A lo largo de estos 22 años ha pasado por varios centros y, especialmente, fue “muy conflictivo” en sus inicios.
Fue considerado un líder carcelario (kie, en el argot) y pasó por los departamentos de máxima seguridad y de aislamiento. En la cárcel barcelonesa de Brians, por ejemplo, compartió módulo con Manuel Brito Navarro, el recluso que protagonizó con Javier Picatoste la sangrienta fuga del Centre Penitenciari Ponent el 14 de octubre de 2001.
Sin embargo, con el paso de los años fue mostrando una actitud menos conflictiva, seguía los diferentes programas de tratamiento y mostraba una conducta adaptada, según indicaron las mismas fuentes.
El juez de guardia decretó el sábado su ingreso en prisión sin fianza por dos delitos de robo con intimidación y un delito de lesiones leves. Fiscalía pidió su encarcelamiento dado el elevado riesgo de reiteración delicitiva.
A Dino Marcelo Miller se le considera una persona con una conducta muy violenta que ha matado por dinero. De hecho, Miller confesó que en 1998 cobró 18.000 euros y cien gramos de cocaína por matar al expolicía leridano Josep Gilart en su bar de Barcelona.
La víctima dos años después tras quedar tetrapléjica. También mató a un policía durante un atraco a un banco y a un hombre en un pub de Barcelona, ambos en 1998.
Pese a su excarcelación, era considerado de “alto riesgo” y Fiscalía ya pidió a los Mossos que le hicieran seguimiento tras su puesta en libertad.