MEDIO AMBIENTE ECOSISTEMAS
Una canalización pantanosa
El cauce de la canalización se parece cada vez más a una zona pantanosa, especialmente aguas abajo de la pasarela de los Camps Elisis. Está lleno de plantas acuáticas que estancan todavía más la poca corriente de agua y generan una estampa visualmente desagradable y muy diferente a la del curso de un río.
Antoni Palau, profesor del departamento de Medio Ambiente y Ciencias del Suelo de la UdL y miembro de un grupo de investigación en dinámica fluvial, señaló que estas plantas, denominadas macrófitos, aparecen por la acumulación de cuatro factores: la regulación de caudales, que provoca que no haya grandes avenidas de agua; el hecho de que el cauce esté “acorazado” al ser su fondo de escollera, hecho con grandes piedras; gran presencia de nutrientes en el agua fruto de la actividad agrícola en la cuenca y de una depuración limitada de aguas residuales; y mucha luz solar directa. Afirma que ha quedado demostrado que las pequeñas miniavenidas periódicas que en su día acordaron la Paeria y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) son inocuas para los macrófitos, y apunta que la alternativa es intentar romper alguna de las dinámicas del actual ecosistema.
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Palau subraya que aguas arriba de la pasarela de Camps Elisis, la presencia de plantas acuáticas es mucho menor, lo que se explica en parte porque el Noguerola, que aporta muchos nutrientes, desemboca en el Segre a la altura de la plaza Sanahuja, pero también porque en el tramo superior el cauce no es de escollera. “Si se descanalizara el río podría disminuir la presencia de macrófitos”, indica, y pone como posibles ejemplos deshacer la escollera y habilitar tramos de cauce más irregulares para que el agua corra más. El objetivo sería “desfigurar esta geometría de canal y convertirlo en un río más natural”.
Tras precisar que es casi imposible modificar la presencia de nutrientes y el caudal, apunta la posibilidad de aplicar tratamientos experimentales, como disminuir la luz sombreando el cauce con una especie de mantas flotantes o con más vegetación de ribera, o bien aplicando unas cápsulas en los sedimentos que van liberando un producto que podría atacar el bulbo de la planta. Palau deja claro que el bulbo es elemento clave, porque es de donde brotan las plantas. “Puedes cortar toda la cabellera, pero esta vuelve a brotar si no quitas el bulbo”, destaca. Otra opción, añade, sería dejar seco temporalmente algún tramo desviando el cauce.
Palau manifestó que hace unos años propuso a la Paeria llevar a cabo un proyecto experimental aplicando varias de estas medidas “parcelando” un tramo de la canalización, para ver si alguna era efectivo. Añadió que para ello incluso contactó con una empresa, pero que el ayuntamiento nunca le acabó dando respuesta.
La Paeria espera una ayuda del ACA para limpiarla La última limpieza del cauce, consistente en cortar las plantas con una máquina, se llevó a cabo en verano de 2017. Costó más de 100.000 euros y la Paeria remitió la factura a la CHE, que se negó a pagarlos.
Los juzgados le dieron la razón y al final tuvo que pagar el ayuntamiento. Desde entonces no ha habido ninguna otra acción.
Al respecto, un portavoz municipal se limitó a manifestar que “se ha pedido una subvención a la Agencia Catalana del Agua para su retirada [de los macrófitos] y estamos a la espera de que salga la resolución”. No obstante, Palau advierte de que aplicar el mismo sistema mecánico de retirada como se venía haciendo hasta 2017, sin actuar sobre el bulbo, “es como ir a cortarte el cabello a la peluquería, porque vuelve a crecer”.
También apuntó que en el fondo del cauce “debe haber grandes sedimentos de materia orgánica”..