Los usuarios piden ampliar el área de salud mental del Santa Maria, que ya lo planifica

La coordinadora de entidades de salud mental y adicciones, formada por asociaciones que trabajan en este ámbito en toda la provincia, lamentó ayer “la falta de recursos humanos, de espacios y económicos” en la atención a la salud mental, después de que durante más de diez días el servicio de Urgencias de salud mental del hospital Santa Maria estuviera colapsado, con pacientes en los pasillos. Actualmente, la situación es “mejor”, según personal del hospital.

Desde la dirección del Santa Maria, asumieron en que hay una “falta de infraestructuras”, pero recordaron que está en marcha un proyecto para hacer un nuevo edificio de hospitalización, tal como avanzó en su día este diario. El actual, de 3.300 m², tiene 52 camas para adultos, 12 para menores y 30 plazas de hospital de día y ahora se está completando el plan funcional para construir un nuevo edificio con 5.500 m² para ampliar las plazas y “tener los servicios ordenados y con el espacio adecuado”, según fuentes de la dirección. En este sentido, explicaron que la idea es tener el proyecto listo este año y que pueda financiarse a través de los presupuestos del Govern del año próximo.

El nuevo equipamiento de hospitalización pasará de tener 3.300 m

Por su parte, la coordinadora de entidades de salud mental señala que “la pandemia ha acabado de agravar una situación que ya daba indicadores de alarma con anterioridad”. Y es que el confinamiento, los cambios en la rutina y la poca interacción social causados por la Covid han aumentado hasta un 60% las visitas de menores a urgencias de salud mental, pasando de una media de 12 al día a picos de 20, y en un 40% las atenciones a personas que viven solas.

Preocupación

Ante la situación de colapso de principios de mes en urgencias, las entidades afirman que “nos preocupa especialmente que las personas diagnosticadas con una problemática de salud mental y sus familiares, vean vulnerado su derecho a una atención y apoyo adecuados”. Así, asegura que “no podemos ver peligrar la calidad de la red de salud mental pública y, por lo tanto, hace falta que continuemos visibilizando su importancia y reclamando que sea prioritaria en la planificación presupuestaria del departamento de Salud”.

Por otro lado, debido a la necesidad actual, desde las asociaciones de familiares de la provincia de Lleida también se está empezando a planificar la apertura del servicio de atención psicológica a todas aquellas personas y familias que lo puedan necesitar.

“No dejaremos de reclamar la implementación de políticas y servicio para garantizar una adecuada atención a las personas que lo necesiten. Apelamos, una vez más, a adoptar medidas transversales que garanticen, no solo una atención pública y universal de la salud mental, sino también a la absoluta implementación del Plan Director de Salud Mental y Adicciones".

Afirman que “se requiere de mayor inversión en profesionales, instalaciones y tecnología, pero también de un plan de coordinación sin fisuras para el trabajo en red de las administraciones públicas, los servicios de atención y las organizaciones especializadas en salud mental”.