ESNOTICIA
Recuperar el tiempo perdido
En marzo de 2020 los centros de mayores avisaban a sus usuarios que, por el momento, no podrían recibir visitas de sus familiares y debían quedarse en los centros, sin tener contacto con nadie. Ahora, un año y dos meses más tarde y con la vacuna ya inyectada, los mayores comienzan a vivir la “nueva normalidad”.
“Nos dijeron que teníamos que llevar mascarilla y dejar de ver a nuestros familiares y nosotras lo hicimos. Aunque no lo entendiéramos al principio, luego vimos que era algo muy serio”, cuenta Amadora, usuaria de 98 años del Centre Geriàtric Lleida, mientras cambia de maceta unas plantas.
Le acompaña Elvira, de 96 años, que cuenta que echa de menos ver a sus familiares más jóvenes, que todavía no la han visitado para no ponerla en riesgo a pesar de estar vacunada, pero que está muy contenta después de haber podido visitar un comercio de jardinería en su primera salida del centro tras la pandemia. “Para nosotras es como una segunda juventud” afirma Elvira, que esta semana retomará sus prácticas de yoga.
Los mayores han sido uno de los grupos más castigados por una pandemia que ha descubierto el abandono que algunos sufren en su día a día. A pesar de eso, la covid-19 también ha servido para ver las cosas desde otro prisma e intentar mejorar la situación. “Dentro de todo lo malo que nos ha traído el virus, toda esta situación nos ha ayudado a conocer a nuestros mayores”, afirma Carlo Mitjana, directora del centro geriátrico. “En estos meses tan intensos ellos nos han ayudado a entender y a aprender muchas cosas que no conocíamos y que ahora podemos poner en práctica para ayudarles a vivir mejor”, añade.
Tras meses con cambios en sus rutinas diarias, los mayores han recuperado la ilusión tras la vacuna
“Nuestros mayores tuvieron que cambiar sus rutinas y sus costumbres diarias, perdieron pilares importantes como el contacto presencial con sus familiares, pero ahora han recuperado la ilusión y eso, a nivel médico se traduce en un descenso del insomnio o la depresión y una mejora en su calidad de vida”, explica Cristina Solé, responsable médica del centro.
«Los mayores nos han dado una lección a todos»
Cristina Solé Felip. Médica Centre Geriàtric Lleida
¿Cómo afectaron las primeras restricciones?
Afectó sobre todo en el ánimo. El no poder ver a sus familias y verse “encerrados” y obligados a cambiar sus rutinas no es fácil para nadie, pero menos para los mayores.
La situación en hospitales era crítica. ¿Cómo se afronta desde un geriátrico?
Las revisiones médicas rutinarias se vieron afectadas al congelarse la actividad en los hospitales. Tuvimos que asumir servicios de cardiología o nefrología, por ejemplo.
¿Se ha notado un cambio tras la llegada de las vacunas?
Se ha despertado la ilusión. Aunque nosotros ejerciéramos de familia, el saber que el fin de semana verán a los nietos o simplemente saber que comerán con sus hijos, les da un brillo en los ojos que hacía días que no veíamos.
¿Y médicamente?
Se ha traducido en menos depresiones, menos insomnio y más actividad física mejorando la circulación, reduciendo los dolores articulares, ..
¿Cómo resumiría el paso de esta pandemia en la vida de los mayores?
Nos ha dado una lección, se han sabido adaptar de manera rápida y consciente a la situación vivida y ahora disfrutan de esta vuelta a la normalidad que se merecen.