SEGRE

MOVILIDAD TRÁFICO

Ciudad 30 a medias

Los usuarios de bicis y patinetes piden colocar más elementos para forzar a los vehículos a reducir la velocidad y así hacer efectiva la medida || El ayuntamiento ha recaudado desde principios de año más de 100.000 € en multas por sobrepasar este límite, vigente en el 87% de las calles

Un patinete eléctrico circula por una calzada de Pardinyes justo detrás de un coche el pasado jueves.

Un patinete eléctrico circula por una calzada de Pardinyes justo detrás de un coche el pasado jueves.AMADO FORROLLA

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La Guardia Urbana multa desde hace seis meses a los vehículos que van a más de 30 kilómetros por hora, después que el ayuntamiento impusiera este límite en la mayoría de calles de la ciudad para reducir los accidentes y la contaminación, así como promover el uso del transporte público y medios más “limpios” como las bicicletas o los vehículos de movilidad personal (VMP) como los patinetes. No obstante, medio año después de que entrara en vigor, parece que la “ciudad 30” sigue sin ser plenamente efectiva.

Así lo aseguran los portavoces de los colectivos de usuarios de patinetes eléctricos y ciclistas, que recuerdan que “con una ordenanza no se soluciona todo, hay que hacer más actuaciones para reducir realmente la velocidad de los automóviles”.

El límite de 30 kilómetros/hora está vigente en el 87% de las calles de Lleida y solo en 25 la velocidad máxima es a 50. Según informaron fuentes municipales, desde principios de año 1.357 conductores han sido denunciados por superar el límite permitido en las calles 30 y las multas ya se han notificado a 1.204.

De ellos, 703 ya la han pagado, por lo que la Paeria ha recaudado 102.500 euros por este concepto. Enero fue el mes con más conductores sancionados, con 216 y 31.300 euros recaudados.

Cabe recordar que, según el consistorio, la velocidad media de todos los conductores, infractores o no, en estas calles es ahora de 36,6 kilómetros por hora. En cuanto a las calles 50, desde enero han denunciado a 1.288 conductores y la velocidad media de los que circulan por estas vías es de 48,8 km/hora.

“Con una ordenanza no se soluciona todo, hay que hacer más cosas para hacer efectiva la ciudad 30”

“Esto demuestra que la gente todavía no se ha concienciado de la zona 30”, señala Gerard Valentines, presidente de VMP Lleida, ya que “en las calles con límite a 50 la velocidad media no rebasa esta cifra y en las de 30, sí”. Es por ello que reclama “poner más elementos físicos para reducir la velocidad de los coches, como por ejemplo pasos elevados, creemos que la Paeria no ha hecho todo lo que está en su mano para implementar mejor la ciudad 30 porque, de momento, Lleida es ciudad 30 solo por el nombre”, lamentó Valentines.

Una opinión que comparte el portavoz de En Bici per Lleida, Aleix Pallarol, que recordó que “no hacía falta que lo aplicase la Paeria por su cuenta porque desde principios de este mes hay una normativa estatal que regula a 30 por hora la velocidad en vías urbanas, pero está claro que si no se colocan elementos para reducir la velocidad no hacemos nada, las cosas no surgen por arte de magia”. A su vez, Pallarol dijo que, “si bien es una medida necesaria, la situación no ha cambiado mucho para nuestro colectivo, ya que antes de la ciudad 30 ya podíamos ir por la calzada sin problemas”.

Aumenta el tráfico de patinetes por las calzadas

La entrada en vigor de la ciudad 30 no solo supuso una reducción de la velocidad máxima en la mayoría de las calles, sino que también comportó la entrada de un nuevo vehículo en la calzada: los patinetes eléctricos. Estos pueden circular en la calzada junto a los coches por las calles de un solo sentido, mientras que en las de más de dos carriles, donde la velocidad máxima es de 50 por hora, deben ir por el carril bici.

“Pensábamos que habría un aumento de la siniestralidad de los VMP, pero no ha sido así”

Valentines reconoció que “pensábamos que habría un aumento de la siniestralidad al poder ir por la calzada y no ha sido así, pero creemos que hace falta más pedagogía para respetarnos todos”. Lo que sí destacó es que con esta medida “hemos perdido parte del miedo”, aunque recalcó que el siguiente paso es “que en las calles 50 se habiliten carriles bici para ir por allí, así no tendremos que dar rodeos”.

Su homólogo de En Bici Per Lleida suscribió las palabras de Valentines, añadiendo que “en las calles 50 si no hay carril bici o elementos pacificadores, sigue siendo peligroso circular en bici, por lo que la nueva ordenanza no sirve de nada porque, aunque podamos ir por la calzada, no nos atrevemos”. Algunos puntos donde tanto Valentines como Pallarol ven peligroso ir en bici o patinete son Rambla Ferran, la calle Príncep de Viana o la avenida Alcalde Porqueres.

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