Arranca la selectividad en Lleida con 13 aulas menos que el 2020 a pesar de haber cien alumnos más

Los exámenes de selectividad han arrancado este martes en Lleida con 13 aulas menos que el 2020 a pesar de haber aumentado el número de alumnos de los 2.197 a los 2.295.

El motivo es que las distancias en las clases se han reducido de los dos metros al metro y medio. Los estudiantes esperan que no les perjudique el hecho de haberse visto obligados a dar clases telemáticas durante los dos cursos de Bachillerato.

Sin embargo, el coordinador de las PAU en Lleida, Xavier Carrera, reconoce que el efecto no se verá hasta que se publiquen las calificaciones y recuerda que habitualmente aprueban en el mes de junio al 95% de los estudiantes. Con respecto a la obligación de llevar mascarilla, los estudiantes lo ven con normalidad aunque reconocen que pasarán calor.

La selectividad se ha iniciado por segundo año consecutivo, debido a la pandemia, con entradas escalonadas, distancias de seguridad, gel hidroalcohólico y mascarillas. Algunas de las diferencias con el 2020 son que la distancia entre alumnos se ha reducido de los dos metros en el metro y medio y que la mascarilla, que el año pasado estaba permitido quitársela puntualmente, este año se mantendrá puesta durante los exámenes.

El coordinador de las PAU en Lleida, Xavier Carrera, celebra que la reducción de las distancias les ha permitido reducir el número de aulas a pesar del aumento de estudiantes. Así, en la demarcación de Lleida se han habilitado unas ochenta aulas, 25 aulas más que un año normal antes de la Covidien-19 pero 13 menos que en 2020. Carrera también ha reconocido que este año, a nivel organizativo están más preparados que el año pasado y que los alumnos ya están acostumbrados a llevar mascarilla. Maria Casals reconoce que "pasaremos calor pero ya estamos acostumbrados". Asimismo coinciden Clara Jimézez y Marc Jausset. "Ya llevamos la mascarilla en clase y ya forma parte de nosotros como unas gafas o unos pendientes" y "nos hemos acostumbrado a hacer vida con ella", explican.

Los alumnos que se examinan hoy han cursado todo el Bachillerato en pandemia, con confinamientos temporales el primer año y clases telemáticas tanto en primero como segundo. Aunque reconocen que es más difícil aprender a distancia que en clase ya que la respuesta del profesor no es tan inmediata y cuesta más interactuar con los alumnos, esperan que esta situación no les perjudique en su preparación y en la nota final.

En cuanto a la resolución del TSJC que obligaba al Gobierno a facilitar los enunciados de los exámenes en catalán, castellano y aranés, no les preocupa demasiado, ya que harán el examen en la lengua que ya tenían previsto. Mariví Garí pedirá el examen en castellano porque es nacida en Aragón y se siente más cómoda, explica. En cambio, María Casals y Clara Jiménez lo harán en catalán porque es su lengua materna, al igual que Marc Jausset que ha tenido muy claro que "en aranés seguro que no. Entre castellano y catalán, creo que escogeré el catalán", ha respondido .