Selectividad en catalán

La segunda selectividad de la era Covid arrancó ayer para 2.295 estudiantes de Lleida con mascarilla, gel hidroalcohólico y distancia de seguridad, pero marcada también por la orden del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) de proporcionar los exámenes en catalán, castellano y aranés a todos los alumnos, al estimar una reclamación de la Asamblea por una escuela bilingüe. La Generalitat dijo que ya lo hacía, pero este año reforzó la comunicación sobre esta posibilidad.

Alumnos explicaron que al inicio de la jornada les preguntaron en qué lengua preferían las pruebas y de forma muy mayoritaria escogieron el catalán. En el conjunto de Catalunya el 5% no eligieron este idioma, porcentaje que podría extrapolarse a Lleida según el coordinador de las pruebas, Xavier Carrera.

“No ha habido variaciones”, subrayó, aunque no pudo precisar cuántos estudiantes optaron por el castellano o el aranés. En todo caso, de los tres exámenes de la primera jornada, solo pudieron elegir idioma en dos porque el primero fue el de castellano. Los otros dos fueron de asignaturas de modalidad de Bachillerato y de la fase específica.

La portavoz de la Generalitat, Patricia Plaja, anunció ayer que recurrirán la decisión del TSJC y remarcó a todos los estudiantes (39.775) se les recordó que tienen el “derecho, como se ha hecho siempre, de hacer los exámenes con la lengua con la que se sientan más cómodos”. Lamentó que “a un año marcado por la pandemia se ha sumado la voluntad de los tribunales de justicia de condicionar el normal funcionamiento de estas pruebas”.

El Síndic de Greuges defendió que el marco normativo ampara repartir inicialmente los exámenes en catalán y anunció que enviará esta resolución judicial al Comité de Expertos de la Carta Europea para lenguas minoritarias del Consejo de Europa. En cambio, Cs acusó a la Generalitat de desobedecer al tribunal.

Sedes en Lleida, Tàrrega, Tremp, La Seu d’Urgell y Vielha

Las pruebas en la capital se celebran en todos los campus de la UdL, mientras que en Tàrrega, Tremp y Vielha se hacen en institutos. En La Seu d’Urgell se utiliza por primera vez el pabellón polideportivo, que acoge a 240 alumnos de La Seu y Puigcerdà y también de Andorra, ya que los alumnos de ese país se presentan a la fase específica de la selectividad (la general la tienen convalidada con la Prueba Oficial de Bachillerato que hacen en Andorra).

Cuatro días de pruebas, mascarilla obligatoria y menos distancia

Las pruebas de acceso a la universidad han recuperado sus fechas habituales, después de que el año pasado se aplazaran a julio por la pandemia. A pesar de la mejoría de los datos sanitarios, se han mantenido las cinco sedes distribuidas por la provincia para evitar desplazamientos, los cuatro días de exámenes (de ayer hasta el viernes) y todas las medidas de prevención antiCovid. De hecho, la mascarilla es obligatoria y no se la podían sacar, mientras que el año pasado se recomendó que la llevaran el máximo tiempo posible. Solo se ha relajado la distancia de seguridad, que pasa de dos metros a uno y medio, hecho que ha permitido destinar trece aulas menos pese a estar inscritos 98 alumnos más que en 2020.

El coordinador de la selectividad en Lleida destacó que no se registraron incidencias durante la jornada e incidió en que “pese a que continúan las restricciones por la pandemia y la situación de excepcionalidad, todo ha ido bien”. “Este año tenemos más experiencia”, subrayó. Lleida cuenta con 13 presidentes de tribunal y 148 vigilantes/correctores. De los 2.295 alumnos inscritos a las pruebas, 1.869 provienen de Bachillerato y los 206 restantes, de FP de grado superior. Podrán consultar las notas a partir del día 25 y podrán pedir la revisión de los exámenes hasta el 28.