Josep Gonzàlez-Cambray: «La voluntad de Educación es hacer el instituto de Cappont»

¿Qué previsiones tiene Educación acerca del instituto de Cappont? ¿Puede confirmar que se hará?

El compromiso es trabajar con el ayuntamiento en la planificación de la oferta educativa y ya lo hemos estado haciendo, analizando la posibilidad de que incluya el instituto de Cappont para dar continuidad al alumnado que estudia en el barrio. Las primeras conclusiones son que vemos muy viable este instituto y en las próximas semanas y meses nos pondremos a ello para hacer posible su construcción durante esta legislatura.

¿Es demasiado pronto para fijar un calendario?

Sí, pero no lo es para decir que la voluntad del departamento es hacer este instituto, y con los nuevos presupuestos tenemos que encontrar la partida económica para hacerlo posible.

Hace dos años se planteó el cierre de las escuelas Cervantes de Lleida y Àngel Guimerà de Balaguer, que al final se mantuvieron. ¿Está garantizada su continuidad?

Lo que sí está asegurado es que el próximo curso estas escuelas tendrán continuidad de P-3. Hemos ofertado las mismas líneas a pesar del descenso de la natalidad. Al tener menos alumnos, hemos reducido las ratios para que haya una distribución equilibrada sin segregación. En la ciudad de Lleida hemos reducido las plazas de entrada en P-3 a 23 y a 22 en la pública y en la concertada para hacer una distribución equilibrada del alumnado dentro del plan de lucha contra la segregación escolar.

Educación implantó un plan piloto de escuelas “bressol” en zonas rurales y hace un año aprobó una orden para generalizarlas en los colegios de los municipios de menos de 2.000 habitantes. ¿Qué repuesta han tenido por parte de los ayuntamientos? Algunos se quejan de que deben asumir una parte importante del coste.

Educación tiene muy clara su apuesta por los pequeños municipios, que pasa no solo por tener una escuela, sino por que también haya una “bressol” para que las familias puedan escolarizar a sus hijos lo antes posible. El departamento inició un plan piloto y esta orden le da estabilidad con valores añadidos, ya que la “bressol” forma parte de la escuela y sus profesionales, del claustro.

La contratación la hace Educación por motivos jurídicos y los ayuntamientos han de contribuir a la financiación. Desde hace algo más de un año, tras 7 sin hacerlo, el departamento ha vuelto a financiar las “bressol” municipales y las rurales.

Esta orden da de plazo para adherirse hasta el inicio del curso 2023-24, pero que todo el mundo esté muy tranquilo, no cerraremos ninguna “bressol” rural por motivos económicos y, si es necesario, habrá una línea de subvención para que todos los ayuntamientos puedan mantenerlas. Las “bressol” rurales con pocos alumnos tendrán una financiación extra para garantizar su continuidad.

¿Cree que a largo plazo se pueden mantener las escuelas rurales con entre 5 y 10 alumnos, de las que en Lleida hay unas cuantas?

No solo se puede, sino que las debemos mantener, porque estos alumnos van a la escuela y sus familias siguen viviendo en el pueblo.

Ha afirmado que avanzarán hacia la gratuidad de la etapa de 0 a 3 años. ¿De dónde saldrá el dinero?

El programa de gobierno de esta legislatura nos emplaza a avanzar hacia la gratuidad de esta etapa. Lo que debemos hacer desde Educación es encontrar esta financiación para que sea posible de forma progresiva.

¿Prevé que será necesario seguir llevando mascarilla en las escuelas el próximo curso?

Cuando Salud nos diga que ya no es imprescindible llevar mascarilla en las escuelas por motivos sanitarios, las retiraremos. No nos gusta llevarlas, este año hemos tenido que adaptarnos a situaciones organizativas que no habíamos vivido nunca. Un 10 para los docentes, los alumnos, las familias y los ayuntamientos. Educación y Salud hemos garantizado que las escuelas abiertas son seguras.

Usted ha dicho que la escuela no volverá a ser la misma que antes de la Covid. ¿En qué se notará?

Iniciamos una nueva etapa con todas las políticas que ya tenemos en marcha y, sobre todo, con lo que hemos aprendido durante la Covid, como que la escuela debe ser presencial, que es un servicio público esencial, que tenemos alumnos vulnerables y hay que estar muy cerca de ellos o que debemos hacer un acompañamiento emocional. La transformación educativa ha venido para quedarse y hemos de seguir avanzando hacia una educación más competencial.

En Catalunya, como sociedad y como país, necesitamos formar ciudadanos lo más libres y críticos posibles. La escuela tras la Covid será mejorada con una transformación educativa que salga de los centros, al servicio de los alumnos y al lado de los maestros.

Hemos de tomar las mejores decisiones en función de las necesidades de cada centro, que no son las mismas..

Educación apuesta por la escuela inclusiva, pero padres y docentes dicen que faltan medios.

Es un camino que debemos seguir recorriendo, no hemos llegado a una meta. El departamento se compromete a buscar más recursos para la escuela inclusiva.

El anterior conseller decía que la jornada continuada matinal en Secundaria hace que alumnos que utilizan el transporte escolar no puedan tener una comida caliente hasta primera hora de la tarde. ¿Introducirán cambios?

Todas las decisiones deben basarse en que el alumno es el sujeto y el objeto. Sobre el horario, debemos ser capaces de ofrecer al alumnado el que cumpla criterios de equidad de acceso a los recursos del centro y de salud.

¿No prevé cambios a corto plazo?

Para el próximo curso, no. De cara al siguiente, hay que estudiarlo. Pero es cierto que algunos horarios, sobre todo en institutos, no garantizan estos criterios de equidad y, sobre todo, de salud. No puede ser que la comida sea a las 16.30 horas.

Los sindicatos exigen que los docentes recuperen el horario lectivo de antes de los recortes, y la paga extra de 2014, entre otras reivindicaciones.

Diálogo, diálogo y diálogo, pero las decisiones las tomaremos en función de cuáles son los valores añadidos para el alumno. Los recursos públicos son limitados, pero estamos convencidos de que en esta legislatura daremos un salto adelante. Decidiremos dónde podemos invertir mejor el dinero para que tenga impacto en la mejora y transformación del aprendizaje del alumnado.

Varios antecesores suyos anunciaron la supresión de los barracones de los centros sin que esto se haya llevado a cabo. ¿Ve viable hacerlo en esta legislatura?

Es posible y lo haremos. En la anterior legislatura, el departamento tenía un plan de construcción a 7 años y uno de los indicadores para decidir obras era la retirada de módulos. Durante la pandemia, los hemos mantenido todos para que los centros tuvieran más espacio, pero cuando se acabe, su retirada es una apuesta del departamento y estoy convencido de que saldrá adelante. Estamos en un momento en que las políticas de Educación pueden hacer posible la eliminación de los que deben ser sustituidos por una construcción, que son un 70%, no de los que son provisionales y en uno o dos años se retiran.