El esperado parque de Alcalde Pujol de Lleida arranca con una plantación popular

Dos décadas después de reivindicaciones, protestas y proyectos frustrados, el solar de la calle Alcalde Pujol dio ayer el primer paso para convertirse en un parque. Y este primer paso lo dieron los vecinos, ya que unos setenta participaron ayer en la plantación de un centenar de árboles, la mayoría de ellos encinas, en el terreno.

Una iniciativa impulsada por el ayuntamiento y la asociación de vecinos de Joc de la Bola y que será la primera de varias actuaciones para que este solar que estos últimos años había servido como zona de aparcamiento pase a ser una zona verde. Al margen de esta plantación, en la que los vecinos que participaron pudieron apadrinar un árbol, desde el mes de abril se están llevando actuaciones para adecuar el terreno.

Primero, la Paeria cerró el acceso a vehículos, después retiró el hormigón que había en algunas zonas, aportó tierra para allanar el terreno y se instaló el sistema de riego para estos cien árboles. Pero no serán los únicos, ya que el alcalde, Miquel Pueyo, anunció que en noviembre prevén plantar otros 250 y que más adelante se habilitarán caminos, ágora y una sede para la asociación de vecinos de Joc de la Bola.

“Hoy demostramos nuestra capacidad para entendernos y leer la voluntad de nuestros vecinos, además de una muestra de la ciudad saludable y sostenible que queremos”, dijo el Paer en Cap. Por su parte, el teniente de alcalde de Transición Ecológica, Sergi Talamonte, se mostró muy contento porque “hoy convertimos un aparcamiento de coches en un bosque, es un símbolo de la Lleida agradable y amable que queremos”.

A su vez, el presidente vecinal de Joc de la Bola, Francesc Moix, no dudó en calificar la jornada de ayer de “histórica, porque vemos que tras años de reivindicaciones el parque será una realidad, todavía no nos lo creemos”. Ayer se vivió el principio del final de un largo proceso de reivindicación vecinal para que este solar fuera un parque.

El anterior gobierno del PSC apostó por el proyecto del Parc de les Arts con la Fundación Sorigué, pero no salió adelante, entre otras cosas porque los vecinos no querían que parte del terreno se destinara a un equipamiento privado..