Cuando el machismo se ceba en los hijos

Los asesinatos de las pequeñas Anna y Olivia a manos de su padre en Tenerife han puesto la violencia vicaria en el foco de la actualidad. Pero desgraciadamente que el machismo se cebe en los hijos no es algo nuevo.

Con el inicio de la pandemia y, sobre todo, los meses de confinamiento que obligaron a miles de mujeres a convivir con su agresor, han aumentado los casos en los que los hijos se convierten en el “arma” del maltratador para hacer daño a la pareja o expareja. Mireia Pardell, presidenta de la comisión de Derechos Humanos del Col·legi de l’Advocacia de Lleida, constata que hasta hace poco la violencia vicaria no tenía un encaje legal a pesar de ser habitual.

De hecho, fue recogida por primera vez por la modificación de la ley catalana de violencia machista en 2020 y este año se ha incluido en la ley de Protección de la Infancia.

Asimismo, recientemente el BOE ha publicado una reforma de la legislación civil y procesal para el apoyo de las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica que incluye un artículo, que entrará el vigor el próximo 3 de septiembre, en el que se dice que no procederá un régimen de visitas respecto del progenitor que esté incurso en “un proceso penal” por un delito de maltrato. Al respecto, Pardell señala que sigue dejando en manos del juez la decisión, aunque la intención clara del legislador es poner una barrera entre los menores y el progenitor contra el que hay indicios de maltrato.

“Ante una presunta lesión a la presunción de inocencia y la seguridad del menor, debería primar esta última y evitar que haya madres que acaben visitando a sus hijos en el cementerio”, asegura. Los abogados consideran que los informes para evaluar un posible riesgo del menor por maltrato son muy lentos, lo que pone en peligro al niño o la niña o, en caso de suspenderse las visitas si finalmente no hay maltrato, se perjudica el vínculo familiar.

Instan a agilizar los informes judiciales para evitar el riesgo de menores ante un posible maltrato

Al respecto, la abogada Estela Torres considera que esta reforma es “un arma de doble filo; en algunos casos puede ser muy positivo y vital para algunos menores, en otros puede ser perjudicial”. En su opinión, sería necesario que se agilizase, ya que hay resoluciones que llegan tarde. También critica que se siga primando la custodia a pesar de casos peligrosos, como uno en el que un padre tuvo varios accidentes conduciendo ebrio junto a su hijo, pero el juez optó solo por retirarle el carnet y denegar una orden de protección al menor.

Piden más acompañamiento a las víctimas para poder denunciar

Las abogadas Mireia Pardell y Estela Torres coinciden en la necesidad de mantener el acompañamiento de las víctimas de violencia machista durante todo el proceso desde que denuncian hasta que finalmente puedan ser independientes de sus maltratadores. Para ello, es necesario incrementar las viviendas dignas de acogida para las mujeres y apostar por la especialización de los diferentes operadores sociales, policiales y judiciales.

Asimismo, destacan que la principal arma contra el machismo es la educación y la sensibilización, además de recordar a las víctimas que tienen derecho a ser asistidas por un abogado en todo momento. Las denuncias cayeron durante la pandemia pero ya han vuelto a repuntar.

Los expertos instan a modificar la ley estatal al no incluir la violencia fuera del ámbito sentimental.