Del “caso de la minifalda”, hace 32 años, a la ley del “solo el sí es sí”

Esta semana se han cumplido 32 años de la reforma penal por la que la violación dejó de considerarse un delito contra el honor y pasó a ser un delito contra la libertad sexual, un paso a favor de los derechos legales de las mujeres que llegaba después de varias sentencias “escandalosas” a lo largo de 1989, como la dictada por la Audiencia de Lleida en la llamada “sentencia de la minifalda”. Tras aquella reforma, Igualdad espera que a principios de julio llegue finalmente a la mesa del Consejo de Ministros el proyecto de ley integral de garantía de la libertad sexual, la conocida como ley “del solo sí es sí”, en el que se incluye el consentimiento expreso en las relaciones sexuales y acaba con la distinción entre abuso y violación.

Una norma que comenzó a tramitarse tras las multitudinarias protestas que provocó la sentencia de La Manada. .

El cambio legal de 1989 también llegó en una época de manifestaciones masivas y ante otras leyes también revolucionarias para los derechos de las mujeres como la ley del divorcio, en 1981, o la despenalización del aborto, en 1985, en caso de riesgo grave para la salud física o mental de la embarazada, violación y malformación en el feto.

La Audiencia de Lleida ha celebrado seis juicios este año por delitos sexuales, y cuatro ya tienen condena

Uno de los detonantes de la reforma del Código Penal de 1989 fue la “sentencia de la minifalda” por la que la Audiencia de Lleida condenó a un empresario a una multa de 40.000 pesetas (240 euros) por abusos deshonestos a una empleada, pero argumentaba que la joven de 17 años “pudo provocar por su vestimenta”. La sentencia, dictada en febrero del 89 y confirmada por el Supremo en agosto de ese año, dio la vuelta a España y levantó multitud de críticas. También provocó secuelas durante años a la víctima, según explicó ella misma en una entrevista a SEGRE.

Tres décadas después, el movimiento feminista espera la llegada al Congreso del proyecto de ley de garantía de la libertad sexual. El pasado febrero, un informe no vinculante del CGPJ cuestionó los ejes de la ley, como la necesidad de que haya un consentimiento expreso, concluyente e inequívoco o la eliminación del delito de abuso sexual. Otro cambio del Consejo de Estado obligará a cambiar la definición del consentimiento expreso, pero lo mantiene como eje principal.

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Los diferentes cuerpos policiales han registrado un total de 1.261 denuncias por delitos sexuales en las comarcas leridanas en la última década, de las que 240 han sido por casos de violación. Así se desprende del análisis del balance de criminalidad publicado por el ministerio del Interior, en el que detalla los casos conocidos, esclarecidos y las víctimas.

En cuanto a los delitos contra la libertad sexual, hasta marzo de 2021, último periodo disponible con estadística, se han denunciado 1.261 casos en la provincia. En 2020, las denuncias registraron un descenso a causa de la pandemia y las restricciones a la movilidad y a nivel policial se conocieron 110 casos de delitos sexuales, de los 21 fueron por agresiones sexuales con penetración.

En el primer trimestre del año, se han contabilizado un total de 32 denuncias, entre ellas medio docena de violaciones. El último balance de criminalidad de Interior apunta a un aumento de las denuncias una vez que se va recuperando la normalidad tras la Covid, ya que en el primer trimestre de este año se han presentado un 14,3% más de denuncias que en el mismo periodo de 2020.

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En 2019, la Fiscalía de Lleida abrió 219 diligencias de investigación por delitos sexuales a mayores de 16 años, frente a las 198 de un año antes, es decir, un 10,6% más, según los datos de su Memoria anual. En cuanto a víctimas menores de 16 años, hubo 57 delitos de carácter sexual, siete más que en el ejercicio anterior.

En lo que va de 2021, la Audiencia de Lleida ya ha acogido seis juicios por delitos contra la libertad sexual, de los que cinco han acabado con una condena. La última fue dictada la semana pasada en la que impuso 9 años de prisión y otros seis de libertad vigilada a un hombre por violar a su sobrina desde que la víctima tenía 11 años hasta que cumplió los 16.

En los próximos meses hay previstos al menos otros dos juicios más por abusos sexuales. .