La Paeria ordena derribar un chalet de l'Horta que había sido okupado

El ayuntamiento ha ordenado a la propiedad el derribo inmediato de la gran casa situada en el número 19 de la partida del Pla de la Cerdera debido a sus daños estructurales.

Una orden que llega después de que declarase el estado de ruina inminente del inmueble y rechazara la alegación de su titular, la inmobiliaria Aliseda, de demorar su demolición. En una resolución en la que deniega la prórroga solicitada, fija un mes de plazo para que proceda a la demolición, y precisa que una empresa especializada deberá asumir la retirada y el transporte de toda la uralita que queda, tanto en la cubierta “como la que se encuentra acopiada en el exterior”.

Además, obliga a retirar “todas las basuras del interior de la casa y rellenar el agujero de la piscinas hasta alcanzar el nivel del terreno”.

La orden municipal también indica a la empresa propietaria que, hasta que no se lleve a cabo la demolición, deberá “velar para impedir el acceso a personas ajenas a la propiedad y evitar nuevas okupaciones ilegales y posibles situaciones de riesgo”. Precisamente, la Paeria desestima una prórroga porque la estructura sufre riesgo de colapso y por razones de seguridad ante la posibilidad de que se registre una okupación.

Y es que se da la circunstancia de que este chalet y las construcciones anexas fueron okupadas de forma más o menos habitual durante un tiempo, en el el que también fue escenario de fiestas ilegales incluso en plena pandemia. Este hecho y las molestias a los vecinos que provocaban obligó a la Guardia Urbana a acudir al lugar en algunas ocasiones, en las que también constató el peligro que suponía para la integridad física de las personas en mal estado del edificio, debido al riesgo de desprendimientos. No obstante, hace unos meses los inmuebles fueron tapiados.

Intentan acceder al piso del que fueron desalojados en el Eix Dos personas intentaron entrar el domingo por la tarde en un piso del número 33 de la calle Major. Precisamente, este inmueble fue desalojado a finales de 2019 después de que la Paeria detectara daños en la estructura, lo que obligó a precintar el edificio durante varias semanas. Según informó la propia propietaria del inmueble, los autores de este intento de entrada en la vivienda eran “los antiguos inquilinos del piso que querían recuperar algunas de las pertenencias que se habían quedado allí en el momento que los desalojaron”.