SEGRE

SEGURIDAD UN ARRESTO ATÍPICO

Un fugitivo se entrega por su falta de recursos en libertad: "Deténganme, prefiero estar en la cárcel que en la calle"

Un fugitivo llama al 112 para entregarse por su falta de recursos en libertad || Le arrestan y ve cumplido su insólito deseo

Los hechos ocurrieron ayer en esta zona de Lluís Companys.

Los hechos ocurrieron ayer en esta zona de Lluís Companys.JORDI ECHEVARRIA

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Los Mossos d’Esquadra practicaron ayer una detención insólita en Lleida. Ocurrió sobre las 11 de la mañana, cuando el servicio 112 les pasó una llamada en la que un individuo que se encontraba en el barrio del Escorxador les pedía que le detuvieran porque prefería estar en la cárcel antes que en la calle. El hombre se encontraba en búsqueda y captura y decidió poner fin de una forma atípica a su evasión.

Llevaba un tiempo malviviendo en la calle y decidió que le salía a cuentas ingresar en la cárcel. Una patrulla de los Mossos comprobó la veracidad de la búsqueda y captura y atendió el infrecuente deseo del hombre, es decir, le detuvo. El fugitivo había parado poco antes a un transeúnte en la calle Lluís Companys, en el citado barrio del Escorxador. Le explicó que estaba fugado de la justicia y le pidió que le dejara el teléfono móvil para llamar al servicio del 112 y pedir que le arrestaran, pues estaba harto de estar en la calle y prefería entrar en prisión.

Al lugar se trasladó una patrulla de la Policía catalana que identificó al hombre y, tras comprobar que efectivamente le constaba una orden de detención expedida por un juzgado de Girona, le detuvo y comunicó el arresto a la autoridad judicial. Poco antes de su petición a los Mossos, el ex fugado de la justicia había tomado una consumición en un bar cercano y parecía tener muy meditada su decisión, según explicaron ayer a este diario fuentes conocedoras del caso.

La petición de este fugitivo, que ayer voluntariamente dejó de serlo, es extraña, pero no excepcional. Hace unos años se registró un caso parecido en Lleida. Un hombre entró en un establecimiento público y amenazó con una navaja a una empleada. La mujer, lógicamente, se asustó y el delincuente la calmó: “no te asustes por la navaja. Tengo que enseñarte un arma porque si no lo hago no me meten en la cárcel, y yo quiero que me encarcelen”. El hombre que se entregó ayer no requirió ninguna arma porque disponía de una orden de búsqueda y captura. Con ella, ha podido ingresar en prisión.

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