SOS de la hostelería de Lleida ante la falta de camareros y otro personal cualificado

Confinamientos, restricciones horarias y de aforo y, ahora, falta de personal. La hostelería leridana lleva más de un año encadenando contratiempos a casa de la pandemia del coronavirus y el último es ahora que no encuentra los empleados, especialmente camareros, que necesita. Así lo aseguran tanto la Federación de Hostelería como los empresarios y los sindicatos, que lo achacan a que las constantes restricciones y cierres que han sufrido bares y restaurantes han convertido han hecho que este sector se haya vuelto muy inestable.

Fidel Perpinyà es uno de los socios que dirigen el Grupo Canalla, que gestiona 4 restaurantes con 42 trabajadores en Lleida, y reconoce que “no encontramos gente que quiera dedicarse a la hostelería, nos está costando muchísimo encontrar personal y eso nos ha obligado a cambiar nuestra estrategia de contratación para salir adelante”.

Si antes buscaban a personas de entre 25 y 35 años con experiencia, “ahora debemos captar a gente de 18-20 años sin experiencia previa, la mayoría extranjeros, y los formamos nosotros mismos durante un año”, dice Perpinyà. Por su parte, el secretario general de la Federación de Hostelería, Ramon Solsona, reconoce que “no entendemos los motivos de que haya esta falta de personal, porque es un fenómeno que afecta a Lleida, pero también al conjunto del Estado y a otros oficios, tradicionales”.

No lo atribuye a un hecho en concreto, pero apunta que “la pandemia ha provocado la enésima crisis del sector en menos de dos años, somos los más golpeados una vez más”..

Esta falta de personal también la constatan los sindicatos. “Desde Semana Santa hemos notado un aumento considerable de las bajas voluntarias”, asegura Carme Valls, de UGT, mientras que José Manuel Romero, de CCOO, opina que “al estar tan castigada la hostelería, muchos trabajadores han cambiado de sector”.

Y este es el principal motivo de esta crisis: la inestabilidad. “La gente ha encontrado trabajo en otros sectores con mejor horarios y que no están sujetos a tantas restricciones o amenazas de cierre como el nuestro, no es por las condiciones laborales, ya que son las que son desde hace años”, dicen tanto Perpinyà como Valls. Por su parte, Solsona afirma que “esto no quiere decir que no tengamos que hacer autocrítica y mejorar salarios y condiciones, pero antes la hostelería era un sector fiable y ahora ya no lo es”. Por último, Romero considera que la clave “para lograr la estabilidad es profesionalizar la hostelería para que no sea un sector de paso”.

El bar de la Seu Vella abre recuperando el nombre de ‘La Sibil·la’

El nuevo servicio de bar y restaurante en el Turó de la Seu Vella entró ayer en servicio a primera hora de la mañana después de que la nueva concesionaria haya adecuado el espacio. El establecimiento, que abre de 8.30 a 00.30 horas, recupera el nombre que tenía durante su primera etapa, La Sibil·la, ya que entre 2015 y hasta que el anterior concesionario cerró a principios de este año tenía el nombre de 1203.