URBANISMO PROYECTO
El ayuntamiento de Lleida plantea rehabilitar y no derribar los viejos bloques de pisos sociales de la Mariola
Encarga un estudio para ver si es viable renovar y ampliar las viviendas de Ramiro Ledesma y optar a fondos europeos || El anterior equipo de gobierno apostaba por demolerlas y construir otras nuevas
El ayuntamiento de Lleida ha encargado un informe para analizar la viabilidad de la rehabilitación de los bloques sociales el Grup Mariola (antiguo Ramiro Ledesma) y otros tres de Cardenal Cisneros que estaban incluidos en el plan Mariola 20.000, que preveía su derribo. Este plan fue presentado en el anterior mandato, cuando el PSC gobernaba en la Paeria, y el actual gobierno, ahora integrado por ERC y JxCat, se plantea la alternativa de rehabilitar estos edificios, en lugar de demolerlos. Concretamente, ha encargado un estudio técnico de “viabilidad, ampliación, reforma, accesibilidad y mejora energética de las viviendas Mariola 20.000”.
El teniente de alcalde responsable de Urbanismo, Toni Postius, explicó al respecto que han adoptado esta iniciativa ante el hecho de que los fondos europeos Next Generation incluirán una línea específica de financiación para la rehabilitación de viviendas, que pone el foco en la mejora de su eficiencia energética. Indicó que “queremos ver cuál es el estado estructural de estos bloques” para determinar si es posible impulsar su rehabilitación integral, ampliando además la superficie de los pisos, que son de muy reducidas dimensiones, y optar a esta línea de ayudas de la UE, cuya convocatoria está prevista para el próximo otoño.
De hecho, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en abril una inversión de 6.280 millones de euros en rehabilitación de viviendas y regeneración urbana en tres años. Este es el segundo ámbito donde está prevista una mayor inversión por el denominado “Plan de Recuperación” elaborado por el ejecutivo central, solo superado por la destinada a movilidad sostenible, con 13.200 millones.
Los bloques del Grup Mariola fueron construidos en dos fases, la primera estrenada en 1957 y la segunda, en 1960. Sus viviendas son muy pequeñas, de menos de 50 metros cuadrados, y sus instalaciones se han quedado obsoletas. En las últimas décadas, su deterioro ha sido muy evidente.
Según un estudio presentado por el ayuntamiento hace tres años, un 40% de los pisos estaba vacío, mientras que un 12% estaban okupados.