Uno de cada 6 vecinos de Lleida ciudad requiere ayudas de los servicios sociales municipales

Un 15,6% de la población de la ciudad de Lleida -casi uno de cada 6 vecinos- fue atendida el año pasado en algún momento por los servicios sociales municipales, según consta en la memoria del área de Bienestar Social. En concreto, atendió a 11.059 mujeres y 10.764 hombres de un total de 14.076 familias, en las que 1.971 eran niños. La mayoría de los beneficiarios tienen entre 26 y 64 años, aunque hay desde bebés a personas de más de ochenta años. Esto supone más de 21.800 personas atendidas en total.

Asimismo, el informe detalla que se ha incrementado notablemente el número de familias que recibieron alimentos distribuidos por la UE, al pasar de 2.714 en 2019 a 3.410 el año pasado, un 25% más. También aumentaron las ayudas que la Paeria concede a familias para su manutención, con 1.618 personas beneficiarias frente a las 1.086 de hace dos años, lo que supone un incremento del 48%.

Pero las ayudas sociales municipales que más se dispararon fueron las destinadas a afrontar el pago de la vivienda, puesto que el año pasado se concedieron a 5.042 personas, cuando el ejercicio anterior fueron 1.342, cifras que significan un espectacular incremento del 275%. En este sentido, el servicio de acogida residencial de emergencia aportó siete viviendas en las que se dio cobijo a 15 familias a lo largo del año, cuando el anterior fueron 4 y 7 respectivamente. Además, la mesa de emergencia tramitó 90 expedientes de 84 familias y resolvió 29 de manera favorable.

Por otra parte, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) denunció ayer a través de las redes que la Paeria tenía la intención de “echar del albergue a una madre y sus hijas menores de edad” y que si era necesario enviaría a la Guardia Urbana. Un portavoz municipal aseguró después que esta familia se podrá quedar una noche más en el albergue (la de ayer) y hoy está citada por los servicios sociales municipales para volver a evaluar su caso.

Cierra el pabellón-albergue tras un verano tranquilo

El pabellón 3 de la Fira de Lleida, terminó ayer su función como albergue para personas que acuden a la ciudad durante la campaña de la fruta, que ha sido mucho más tranquila que el pasado año, sin apenas incidencias ni quejas vecinales. La Paeria no facilitó datos del global de pernoctaciones, pero todo apunta a que serán bastantes menos que el verano anterior, puesto que desde que abrió el 1 de junio y hasta el 18 de agosto se registraron 7.513, muy lejos de las 14.563 de toda la campaña pasada. Pese a este dispositivo, algunas personas han dormido al raso en los Camps Elisis, a juzgar por los colchones dispuestos en la pérgola de madera.

Y también ha habido pernoctaciones en puntos del Barri Antic, pero muchas menos, según corrobora la plataforma Som Veïns.

“El año pasado fue una explosión, este no. Pero en el Centro Histórico no se actuado, estando en pandemia, con las personas se concentran en la plaza del Dipòsit, o las que dormían en la calle Sant Andreu o algunos días en la Casa de la Fusta”, dijo un portavoz.