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Formulario anónimo en la selectividad para saber en qué idioma se hará cada examen
Prueba piloto en la UdL para determinar el primer día cuántas pruebas necesitan en catalán y en castellano en todas las asignaturas y agilizar el reparto || La gran mayoría de alumnos escogieron ayer catalán
La selectividad de septiembre comenzó ayer para 248 alumnos en la Universitat de Lleida (UdL) marcada aún por las medidas de prevención de la Covid y por la orden del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya de Catalunya (TSJC) de ofrecer los exámenes en catalán, castellano y aranés, sin preferencia por ninguna de estas lenguas.
A modo de prueba piloto, en una de las aulas se pidió a los estudiantes, de manera anónima, que marcaran por escrito con una cruz en un formulario el idioma en el que preferían los enunciados de las pruebas de las diferentes asignaturas de las que se examinan. El coordinador de la selectividad en Lleida, Xavier Carrera, indicó que el objetivo es conocer de antemano el primer día el número que necesitarán en cada idioma para cada asignatura para agilizar su distribución, y remarcó que se trata de una prueba para ver si funciona y aplicarlo en la próxima convocatoria de junio, si es necesario.
Señaló también que en el resto de aulas los vigilantes de los exámenes los tenían con enunciados en catalán y el castellano, para repartirlos entre los alumnos según su preferencia.
Todos los estudiantes consultados por este diario afirmaron haber escogido catalán, esencialmente por ser su idioma habitual y por haber recibido las clases en esa lengua. Dos jóvenes indicaron que en su aula una persona eligió castellano.
En cambio, algunos explicaron que se les repartieron directamente las pruebas en catalán y después preguntaron en voz alta si alguien quería cambiarlo por uno con los enunciados en castellano, contraviniendo así la orden judicial.
El coordinador de la selectividad dijo desconocer esta situación y refrendó que la consigna era preguntarles de manera individual el idioma en el momento de darles el examen..
En todo caso, Carrera destacó la “tranquilidad” del primer día de la selectividad. Arrancó con el examen de lengua castellana, con ejercicios de sintaxis y comprensión lectora. Una opción incluyó preguntas sobre Luces de Bohemia de Valle-Inclán y la otra, sobre Nada de Carmen Laforet. En esta última apareció también un texto periodístico sobre el coronavirus. Después los alumnos se enfrentaron a pruebas de materias de fase específica como matemáticas aplicadas a las ciencias sociales, física, fundamentos de las artes o geografía. La selectividad continúa hoy con catalán, lengua extranjera y materias específicas, y termina mañana.
Las novatadas y el plagio, motivos de expulsión de la universidad
El Consejo de Ministros aprobó ayer la ley de Convivencia Universitaria que sustituye al reglamento de disciplina académica, un decreto firmado por Franco en 1954.
La nueva norma considera como falta muy grave las novatadas, el plagio de trabajos de fin de grado o máster y las tesis doctoral, así como el acoso sexual, que castiga con la expulsión de la universidad entre dos meses y tres años o bien con la pérdida de derechos de matrícula parcial durante un curso o semestre. La discriminación, la falsificación documental, el incumplimiento de las normas de salud pública, la suplantación a un miembro de la comunidad universitaria, o impedir el correcto desarrollo de los procesos electorales de la universidad, también son consideradas faltas muy graves.
Asimismo, se tipifican como faltas graves apoderarse indebidamente del contenido de exámenes; deteriorar gravemente los bienes del patrimonio de la universidad; utilizar indebidamente contenidos y/o medios de reproducción y grabación de las actividades universitarias sujetas a derechos de propiedad intelectual; acceder sin autorización a los sistemas informáticos; falsear los resultados de un examen o trabajo; e impedir la celebración de actividades universitarias.
La sanción prevista es la expulsión de hasta un mes de la universidad. Además, considera faltas leves acceder indebidamente a instalaciones; utilizar los servicios universitarios incumpliendo los requisitos establecidos; y realizar actos que deterioren de forma no grave los bienes del patrimonio. En estos casos, la sanción consistirá en una amonestación privada.