Cinco multas y dos denuncias penales a conductores ebrios en una sola noche

La Guardia Urbana llevó a cabo la madrugada del viernes al sábado varios controles de alcoholemia en la ciudad de Lleida que se saldaron con dos denuncias penales a chóferes ebrios y otras cinco sanciones administrativas por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas. Uno de estos controles tuvo lugar en la rotonda de plaza Europa. En total, la Policía Local comprobó 93 vehículos y trasladó tres al depósito municipal.

Además de las infracciones por consumo de alcohol, los agentes detectaron otros delitos contra la seguridad del tráfico: tramitaron cuatro denuncias administrativas por infracciones al volante y dos diligencias penales a chóferes que nunca habían obtenido el permiso de conducir. También enviaron a juicio a una persona por falsificación documental y arrestaron a otra por un delito de quebrantamiento de condena judicial. .

Estos controles policiales aleatorios pretenden concienciar la ciudadanía sobre las graves consecuencias del consumo de alcohol al volante. En concreto, según los datos del Servei Català de Trànsit, el alcohol y las drogas representaron el 4,9% de factores concurrentes de los siniestros con víctimas en carreteras catalanas el año pasado.