TRÁFICO BALANCE
Treinta multas al día por exceso de velocidad en las calles de la ciudad
Han sido denunciados 6.972 conductores entre el 1 de enero y el 17 de agosto de esta año || Un 60% de las infracciones han sido detectadas con el radar móvil
Treinta multas al día por exceso de velocidad. Este es el balance de la actividad de los radares fijos y del móvil en Lleida ciudad desde el 1 de enero hasta el 17 de agosto, según la información facilitada por la Paeria. En total, han sido denunciados 6.972 conductores.
Algo más del 60% -4.321- han sido “cazados” por el radar móvil, y los 2.651 restantes, por los radares fijos instalados en el acceso al Pont Nou, en la avenida Miquel Batllori, que enlaza la LL-11 con La Bordeta, y en Prat de la Riba.
Los denunciados por el primero son un 6,44% del total de 67.067 vehículos que ha controlado. Por lo que respecta a los fijos, el ranking de sanciones está encabezado, y con mucha diferencia, por el del Pont Nou, con 1.735, mientras que el de Miquel Batllori ha generado 825 y el de Prat de la Riba, solo 91.
Hay que tener en cuenta que hay nueve radares fijos instalados en la ciudad, pero solo funcionan tres de ellos a la vez, que en lo que va de año han sido estos.
Las multas impuestas por exceso de velocidad captado por los dispositivos fijos no son por ir a más de 50 kilómetros por hora, que es el límite máximo fijado en las vías donde están instalados estos tres, sino a 60 por hora. .
Los radares entraron en servicio en agosto de 2014, y desde entonces hasta el 10 de abril de 2018 solo multaban a los vehículos que iban a más de 65 km/h, lo que motivó un conflicto judicial entre la entonces concesionaria del servicio y el ayuntamiento (ver desglose).
A partir de esta última fecha y hasta ahora, la Paeria ha fijado en 60 km/h el límite a partir del cual se impone la sanción. En el caso del móvil, la situación es diferente desde que la Paeria limitó la velocidad en la mayoría de calles de la ciudad –todas menos los accesos y las vías principales con dos carriles por sentido, a 30 km/h–.
Según informó en su momento la Guardia Urbana, en estas vías la sanción se aplica a los que superan los 50 por hora, y se advierte a los que van entre 30 y 50.
Pendientes de la sentencia por el conflicto con la concesionaria
Los radares entraron en servicio en agosto de 2014 a través de una concesión adjudicada a la UTE Sice-Arnó. El funcionamiento estuvo marcado desde el inicio por el conflicto entre la UTE y la Paeria, después de que el entonces alcalde, Àngel Ros, decidiera que solo se multaría a los que fueran a más de 65 km/h, y no a partir de 50. La concesionaria fue reclamando las sanciones a los vehículos captados circulando a entre 50 y 65 por hora, y aunque la Paeria acabó rebajando el límite en abril de 2018, llevó la reclamación al juzgado de lo contencioso. La vista ya se ha celebrado y está pendiente de sentencia. La concesión, tras una prórroga de 6 meses impuesta por la Paeria, se extinguió a inicios de 2019 y los radares y el vehículo que lleva el móvil pasaron a ser de titularidad municipal.