La CUP ocupa una oficina de Endesa en Lleida para protestar por el encarecimiento del precio de la luz
La CUP Lleida ha ocupado este viernes la oficina de Endesa situada en la avenida Francesc Macià de Lleida para protestar por el encarecimiento del precio de la luz. Los anticapitalistas denuncian que veinte años después del proceso de liberalización de las eléctricas en el estado español y en la Unión Europea "el precio de la luz ha aumentado más de un 100%, mientras que el salario medio lo ha hecho sólo un 20%". El diputado de la CUP-UNCG, Pau Juvillà, ha afirmado que "mientras las grandes empresas eléctricas alimentan a sus consejos de administración con antiguos cargos políticos, obtienen grandes beneficios económicos".
La formación anticapitalista resalta que "en el último invierno, el coste de la luz se encareció un 27% mientras la pobreza energética ha ido en aumento por todo el país". "La actual escalada de precios está alcanzando máximos históricos en el coste, llegando a superar los 140 euros el megavatio/hora", señalan desde la CUP.
Asimismo, remarcan que "Endesa obtuvo 1.500 millones de euros de beneficios en 2020, e Iberdrola 3.600 millones", mientras que "los sueldos de los grandes directivos, como por ejemplo el consejero delegado de Endesa, son 230 veces lo que gana a una trabajadora con el salario medio", según la CUP. En cambio, "las familias ven cómo aumenta su empobrecimiento y tienen que asumir un coste desmesurado por un derecho básico en manos de estas empresas", lamentan los anticapitalistas.
La CUP considera "insuficientes y temporales" las medidas adoptadas por el gobierno del Estado para rebajar un 22% las facturas. "De una vez por todas hay que acabar con los beneficios millonarios de las energéticas, y temporales porque estas medidas sólo se aplicarán durante unos meses y, en ningún caso, van al fondo de la problemática ni resuelven una situación que afecta en toda la població́ porque el acceso a los suministros básicos es un derecho que se tiene que garantizar y al que todo el mundo tiene que poder acceder", ha dicho Juvillà. "La electricidad no puede ser objeto d'especulació́n, no puede ser que el 90% del sistema eléctrico esté controlado por estas empresas energéticas y se enriquezcan con el empobrecimiento de la mayoría de la població́", ha añadido el diputado.
La CUP defiende que el país tiene que alcanzar la plena soberanía energética y, para hacerlo, apuesta como primer paso para crear una energética pública y aprovechar la transición energética por planificar las renovables tal como prevé la Ley Catalana del Cambio Climático. Por eso, los anticapitalstes consideran "urgente y necesario cambiar el modelo" y que la generación, el transporte y la distribución de la electricidad sean "públicas, transparentes y democráticas para acabar con la pobreza energética y establecer unos precios justos y bajo control público".