COMERCIO ANIVERSARIO
La tienda Agustí Mestre cumple un siglo de vida en el que ha sorteado guerras, crisis económicas y una pandemia
La tienda Agustí Mestre cumple un siglo de vida en el que ha sorteado guerras, crisis económicas y una pandemia siendo un referente del sector || La especialización, anticiparse a las tendencias y las ventas por internet son algunas de las claves del éxito de esta empresa familiar
Su trayectoria abarca ya cuatro generaciones, acumula millones de productos vendidos y hasta una rotonda de la ciudad es conocida popularmente con su nombre. Es la juguetería Agustí Mestre, un negocio que este año alcanza el estatus de centenario y que ha sabido superar desde la Guerra Civil hasta una pandemia y un sinfín de crisis económicas.
La empresa la abrió Agustí Mestre en 1921 en el número 57 de Rambla Ferran vendiendo curtidos, cueros y correas y ahora, cien años más tarde, es la juguetería de referencia de la ciudad y también del mobiliario para el hogar.
Para Jordi Mestre, uno de los gerentes y que forma parte de la tercera generación, “la capacidad más importante que debe tener un negocio para llevar los años que llevamos nosotros es la de adaptarse y anticiparse a los nuevos tiempos y tendencias”. Y buen ejemplo de ello es Mestre, ya que en 1980 abrió su actual tienda en un terreno rodeado de cultivos y descampados, sin urbanizar, que no despegó hasta la construcción del puente de la Universitat, pero que puso la primera piedra de la zona comercial de Copa d’Or.
“La tienda tiene 2.500 metros cuadrados y nuestra mejor época es sin duda a partir de los 2000, cuando nos asentamos con la venta de juguetes”, señala Mestre.
Y es que no deja de ser curioso que una empresa que hace 100 años vendía cueros y correas ahora el 70% de sus ventas sean juguetes y compita de tú a tú con grandes marcas del sector. “La clave para competir contra estos gigantes es buscar la especialización, disponer del máximo de stock posible y adaptarse al mercado con precios competitivos”, asegura Mestre.
“Somos una empresa muy familiar, pequeña, pero muy grande, enorme, en historia”, dice su gerente
Pero estos últimos años no han sido un camino de rosas para este comercio con 30 trabajadores. De hecho, Mestre señala que “de no haber sido por las ventas online quizás la tienda no habría podido resistir la pandemia, pero lo hicimos y experimentamos un aumento en la facturación increíble gracias a la web”. Y es que Mestre también fue pionero en este ámbito, ya que su primera tienda online data del año 2000. “En ese momento pocos tenían internet y la cosa no prosperó, pero a partir del 2010 la cosa fue a más y este último año las ventas online han sido espectaculares”, subraya uno de los gerentes de este histórico negocio.
Ahora, con la pandemia dando sus, esperemos, últimos latigazos, el futuro para Mestre es más esperanzador que nunca. “Pero de eso ya se encargará la cuarta generación, no yo ni mi hermano”, recalca Jordi, que añade que “el primer reto que tenemos es sobrevivir a las consecuencias de la Covid y el segundo es continuar con la misma filosofía que hasta ahora”. Y es que Jordi Mestre no para de repetir una consigna para su negocio: “Somos una empresa familiar, pequeña, pero muy grande en historia”.
‘El 70% de los clientes de la web son mujeres de entre 30 y 40 años’
La variedad de productos que ofrece Agustí Mestre, que va desde piscinas hasta juguetes y muebles de jardín, provoca que su gerente, Jordi Mestre, dude de si tienen un perfil de cliente fijo. “No lo sabría decir, pero sí que es cierto que la mayoría de nuestros clientes en la web, sobre un 70%, son mujeres de entre 30 y 40 años, es muy curioso”, dice Jordi.
Paralelamente, otro de los retos que afronta ahora la empresa es la falta de según qué tipo de productos. “Todavía estamos pagando las consecuencias del bloqueo del canal de Suez y la propia pandemia y un ejemplo de ello es que todavía no tenemos bicicletas, desde el año pasado estamos así”, dice Mestre. A pesar de esta escasez de artículos, la empresa aboga por “mantener precios mientras haya stock”.