Las zonas de Lleida que acumulan más robos

El municipio de Lleida ha registrado 2.129 hurtos de enero a septiembre de 2021; unos 8 hurtos al día por término medio, según datos de los Mossos d'Esquadra. Estas cifras indican que se están recuperando los niveles de antes de la pandemia ya que, en el mismo periodo de 2019 fueron 2.314. Estos delitos disminuyeron en 2020, por los confinamientos y la baja movilidad, hasta los 1.770. Si bien los primeros meses de 2021 los hurtos continuaban a la baja, a partir del segundo trimestre del año, las cifras han empezado a subir y los hurtos en el municipio de Lleida se concentran mayoritariamente allí donde hay más actividad, como el Eje Comercial, los mercados semanales y, en las últimas semanas, también en las zonas de ocio como pubs y discotecas, que han reabierto.

A pesar de que el inspector Xavier Ribelles, jefe del Área Básica Policial (ABP) del Segrià, Garrigues y Pla d'Urgell, asegura que "Lleida es una ciudad segura, en general", reconoce, en una entrevista a la ACN, que, como la mayoría de delitos, los hurtos empiezan a subir y se acercan a los niveles de 2019, antes de la pandemia. Es por eso que, de cara a las fiestas de Navidad, en la que hay más personas en las zonas comerciales y se producen aglomeraciones, "hay que estar atentos y no perder de vista nuestras pertenencias", recomienda.

Precisamente el Eje Comercial y la Zona Alta son dos de las zonas que concentras más hurtos, sobre todo de bolsos de mano y carteras. Ribelles recomienda "evitar las mochilas y llevar los bolsos delante y cerrados". En estas zonas el perfil del ladrón es una persona "conocida por los tenderos y por la policía" y cometen estos hurtos porque "no tienen recursos y es su manera de vivir". La trabajadora de una tienda de lencería del Eix, Olga Ruskykh Sevchuk, explica que en la calle mayor "siempre pasan cosas" y que, después de la covid, "más de lo habitual". "Roban mucho; ropa, móviles, carteras, todo lo que pueden", dice.

En cambio, en los mercados semanales, como los del Camp d'Esports o el del Barris Nord, que son otra de las zonas donde se cometen más hurtos, el perfil del ladrón son personas especializadas en cometer hurtos, que se desplazan desde otros municipios en autobús o coche particular, explica el inspector. Las más habituales son mujeres de origen rumano que aprovechan descuidos para robar monederos.

Por otra parte, donde han aumentado más los robos, por el hecho de que hasta ahora estaban cerrados, es en los locales de ocio nocturno como pubs o discotecas. Sólo en Biloba, por ejemplo, las primeras semanas de apertura se registraron una decena de hurtos cada fin de semana, la mayoría de móviles. En estos casos, tanto el perfil del ladrón como de la víctima es el de una persona joven. "Los jóvenes son más olvidados, sobre todo cuando están de fiesta, llevan el móvil en cualquier lugar, como el bolsillo posterior del pantalón, donde es muy fácil cogerlo," explica Ribelles. Para que los hurtos disminuyan hace falta, apunta al inspector, aumentar la seguridad privada e instalar cámaras.

Precisamente las cámaras ayudan muchas veces a la policía a identificar a algunas de las personas que cometen hurtos en zonas comerciales, además de la descripción que dan víctimas o testigos. Sin embargo, reconoce Ribelles, sólo una pequeña parte de los hurtadores acaban detenidos porque los hurtos leves, valorados en menos de 400 euros, no implican detención. Otro de los motivos es que muchas veces es "complicado" encontrar al autor, ya que en el mercado o en la discoteca, por ejemplo, muchas víctimas no se dan cuenta de que les han hurtado la cartera o el móvil hasta el cabo de un rato, explica.