Protesta de los funcionarios de la prisión de Ponent contra las agresiones de internos

Unas 150 personas se han concentrado este jueves en las puertas del Centro Penitenciario de Ponent para denunciar el aumento de las agresiones a trabajadores del centro por parte de internos, después de que el domingo pasado un preso diera un puñetazo al jefe de la unidad de Servicio Interior. En la protesta se ha leído un manifiesto conjunto de los tres sindicatos convocantes, CSIF, CCOO y UGT, que exige un cambio en la dirección del centro penitenciario, un aumento de personal, dotar de más autoridad a los funcionarios y la rehabilitación de las instalaciones del centro. Desde el sindicato CSIF avisan de que la concentración "sólo ha sido el punto de salida" y que las actuaciones continuarán hasta que la administración no solucione sus demandas.

La concentración, convocada por CSIF, CCOO y UGT, ha sido encabezada por una pancarta con el lema 'Por nuestra dignidad'. En la protesta han participado unas 150 personas, entre ellas trabajadores del centro que denuncian que la agresión del domingo pasado no fue un caso "puntual". De hecho, el manifiesto que se ha leído al acto denuncia que las agresiones en el centro penitenciario leridano han aumentado un 66% respecto del mismo periodo del año pasado. "La plantilla sufre un riesgo constante de sufrir una agresión física y lo que es peor, las secuelas psíquicas que se derivan," señala el texto.

El responsable del CSIF en Lleida, Modesto Berciano, atribuye este aumento de las agresiones a la política penitenciaría "absurda" de la conselleria de Justicia y a la falta de autoridad de los mismos trabajadores. "Son incapaces de otorgarnos la autoridad que nos merecemos", apunta. En este sentido, ha criticado y pedido la derogación de la circular 2/2021, un protocolo que ordena a los trabajadores a agotar la vía verbal con los internos antes de aplicar medidas para reducirlos e inmovilizarlos.

Asimismo, el manifiesto también pide "acabar con el aumento desproporcionado de internos con problemas psiquiátricos", que, según dicen, provoca un "incremento de las situaciones de riesgo".

Otro motivo, es la falta "estructural" de personal. De hecho, Berciano ha denunciado que casi la mitad de los trabajadores del centro tienen plaza provisional y que gran parte de la plantilla está envejecida. "Cada mes tenemos una o dos bajas por invalidez o jubilación", ha indicado. Además, los sindicatos también han piden volver al sistema de repartición de medicación diluida, ya que alertan de que actualmente hay internos que no se toman las pastillas que tienen recetadas sino que se las venden. Eso, avisan, provoca varios problemas, como medicación pautada que no se toma, mezcla de pastillas con otras sustancias, tráfico de pastillas y consecuentes deudas y ajuste de cuentas.