PRISIONES SEGURIDAD
Funcionarios de la cárcel de Lleida piden la dimisión de la dirección
Unos 150 empleados del centro penitenciario protestaron ayer tras la agresión a un compañero|| Justicia dice que ha implantado todas las medidas a su alcance
Unos 150 funcionarios del Centre Penitenciari Ponent se concentraron ayer ante las puertas de la cárcel para exigir medidas urgentes por el aumento de las agresiones, que aseguran que se han incrementado un 66% en el último año. El último episodio se produjo el domingo cuando un interno pegó a un jefe de módulo que ayer continuaba hospitalizado en el Arnau de Vilanova. Convocados por CSIF, CCOO y UGT Presons, los concentrados gritaron “dirección, dimisión” tras la lectura de un manifiesto en el que afirman que “la gravísima agresión a un compañero no ha sido un hecho aislado sino el síntoma de un proceso de la degradación de la convivencia”.
En este sentido, añadieron que es debido “a la incompetencia del equipo directivo y la mala política penitenciaria de la conselleria”. Denunciaron que se menoscaba la autoridad de los funcionarios, “que padecen un riesgo constante de sufrir una agresión física”, y que “el incumplimiento de las normas no es proporcional con las sanciones impuestas. Los internos perciben que la agresión a un trabajador les puede resultar ‘gratuita’, incluso beneficiosa para conseguir sus objetivos, como el traslado de centro o un cambio de módulo”.
Los concentrados pidieron la dimisión de la dirección. También, entre otras cosas, un plan de choque para remodelar el centro, un aumento de personal y que a los reclusos se les dé la medicación diluida para evitar el tráfico. Por su parte, desde la conselleria de Justicia dijeron que se han tomado todas las medidas a su alcance y se remitieron a las declaraciones que hizo el miércoles el director de Asuntos Penitenciarios, César Galván, que condenó “enérgicamente la agresión intolerable” y reiteró que Justicia está a disposición del trabajador y su familia.
También recordó que el interno fue trasladado al día siguiente a otra cárcel. Además, estudiarán otras posibles medidas disciplinarias o incluso reclasificarlo en primer grado. El recluso no tiene ningún diagnóstico de problemas psiquiátricos, según fuentes penitenciarias.