RELIGIÓN EQUIPAMIENTOS
La céntrica nueva mezquita de Lleida prevé abrir a finales de mes
Las obras están muy avanzadas y la comunidad Imam Malik pide financiación para acabarlas “lo antes posible” || Discrepancias entre los vecinos por su ubicación
Las obras para reconvertir un local en la calle Alfred Perenya número 63 en una mezquita están muy avanzadas y la comunidad islámica Imam Malik prevé abrirla el próximo 30 de noviembre. Será la quinta de la ciudad, podrá acoger a un máximo de 200 personas y será la de mayor tamaño, solo por detrás del Palau de Vidre, que sirve de mezquita provisional. La comunidad informó hace días de que “la autorización y la licencia de obras ya está aprobada”, por lo que pide donaciones a sus fieles “para terminar las obras lo más pronto posible”.
Según explicó ayer un miembro de la comunidad, “la idea es poder abrirla el próximo 30 de noviembre, siempre y cuando no haya retrasos en las obras”. La habilitación de la mezquita ha causado discrepancias entre los vecinos de Alfred Perenya, ya que mientras algunos confían en que no habrá problemas de aglomeraciones y no habrá molestias, otros consideran que está mal ubicada, ya que “la acera es muy estrecha y acudirá demasiada gente”. La ordenanza que regula los centros de culto se modificó en el pleno de la Paeria de octubre pasado para “facilitar” que las confesiones pudiesen abrir dichos espacios.
El aforo no puede superar las 200 personas y debe tener una acera de un mínimo de 3 metros (algunos vecinos afirman que este punto se incumple) o bien incluir en esta anchura una plaza de aparcamiento. Al respecto, fuentes de la Paeria explicaron ayer que el arquitecto de la mezquita confirmó que la acera cumple los tres metros mínimos –se amplió hace tiempo– “o no habrían pedido la licencia para su apertura”, la cual se prevé que el ayuntamiento dé en breve. Aun así, si no hiciera los tres metros mínimos, las mismas fuentes afirmaron que se podrá ampliar la acera suprimiendo plazas de aparcamiento, por lo que “seguro que se cumpliría con el requisito”.Precisamente, el hecho de que la acera tenga un mínimo de tres metros ha impedido que la comunidad islámica Ibn Hazam (la mayoritaria de Lleida) pudiera habilitar una mezquita en un almacén que compró en la calle del Nord, ya que la vía es preferente para peatones, tiene una acera de 1,27 metros y carece de plazas de aparcamiento adyacentes.
Esta comunidad tiene encallado el proyecto para un nuevo oratorio y debe hacer sus plegarias de forma temporal en el Palau de Vidre de los Camps Elisis o en una carpa cuando el recinto ferial está ocupado. La comunidad compró unos terrenos al lado del río Segre para una mezquita, pero no pudo llevar a cabo el proyecto porque eran inundables y no se podía autorizar.