VIVIENDA CONFLICTOS
Recupera su piso tras echar a los okupas: Fin de una pesadilla de más de dos años
Desalojan a unos okupas al constatar el juez que el propietario es más vulnerable que la familia que entró en su casa || Había sido embargado e intentaba una dación con el banco desde 2019
“Tengo muchas ganas de acabar con todo esto y por fin hoy [por ayer] he conseguido dar un gran primer paso”. Así se expresó ayer Jordi Massana después de que fueran desalojados los okupas que habían entrado en su casa, en la calle Mossèn Reig, hace más de dos años. Y es que en 2019, justo cuando iba a entregar la vivienda al banco para saldar la deuda de 125.000 euros de hipoteca a los que no podía hacer frente, una familia le okupó el piso y su precaria situación económica se agravó más.
Hace unas semanas la Paeria le comunicó que le embargaría la moto al no poder sufragar las tasas del IBI y de las basuras, aunque finalmente el ayuntamiento accedió a fraccionar la deuda, de 806 euros. En estos más de dos años, el juez había ordenado el desahucio y se había intentado en dos ocasiones, pero se paralizó porque en la vivienda había menores y la familia tenía que derivarse a un piso social y había lista de espera. Sin embargo, ayer se ejecutó ya que el juez consideró que era más vulnerable Massana que los okupas, que reconocieron tener ingresos.
El desalojo se produjo ayer por la mañana y los inquilinos sacaron a la calle todos sus enseres. “El piso está patas arriba, pero no lo han destrozado”, señaló Massana, que dijo que todas las puertas tenían un candado con llave y que el comedor estaba habilitado como dormitorio, por lo que sospecha que alquilaban habitaciones. Massana asegura que irá “cada día” al piso para evitar que vuelva a ser okupado y ha hablado con los Mossos para alertarles de la situación.
Ahora podrá retomar los trámites de hace más de dos años para entregar la vivienda al banco y poder hacer una dación en pago, ya que para ello tiene que estar vacía. “Espero conseguir salir de la lista de morosos y que la Paeria paralice el embargo”, manifestó. Los okupas, dijeron que no tenían a dónde ir y que esperaban la ayuda de los servicios sociales.
“Tenemos los papeles en regla e ingresos gracias a la renta garantizada”. Fuentes municipales explicaron que se les ha ofrecido pasar unas noches en un alojamiento de urgencia y una ayuda económica para alquilar un piso.