URBANISMO PATRIMONIO
Indíbil i Mandoni vuelven a casa
La restauración de la estatua ha permitido recuperar su color negro original y reponer la lanza que fue robada, las cadenas y la funda de la falcata || Habrá un acto oficial de bienvenida esta tarde
Trescientos setenta y un días después de su partida, Indíbil i Mandoni ya han vuelto a la ciudad. La icónica escultura de los dos guerreros ilergetas llegó ayer a su pedestal frente al Arc del Pont y hoy a las seis de la tarde la Paeria hará un acto de bienvenida después de estar un año en el l Centre de Restauració de Béns Mobles de la Generalitat, en Valldoreix. Una restauración que ha servido para que la estatua recupere su color negro original, además de la lanza, robada en 2017, las cadenas y la funda de la falcata.
La restauración de la estatua ha costado 30.000 euros que ha pagado la Generalitat, mientras que la Paeria ha abonado 28.365 euros para reponer la lanza, las cadenas y la funda de la falcata, así como rehabilitar su pedestal y costear su traslado. Para darles la bienvenida, habrá hoy un acto en el Arc del Pont, a las 18.00 horas. Con su restauración, la estatua recupera el negro que perdió durante la limpieza que se le hizo en 1999.
Para el exjefe de arqueología del Institut d’Estudis Ilerdencs, Joan Ramon González, es acertado porque “poner esa capa era propio de las esculturas de los años 40 para protegerlas del clima y preservarlas”. Sobre la actuación de 1999 en la que pasó del negro a un marrón brillante, González lo ve “como si se le quitara la piel a la estatua, por lo que es una buena idea recuperar el negro”. La escultura fue creada en 1884 en Roma por Medardo Sanmartí inspirándose en los guerreros íberos Istolacio e Indortes, que en el siglo III antes de Cristo hicieron frente a una invasión cartaginesa.
La estatua iba a estar en el Museo del Prado, pero fue trasladada al museo de Vilanova i la Geltrú. Años después, en 1945, el alcalde de Lleida, Víctor Hellín, la compró, la fundió en bronce y la colocó en los Camps Elisis en la primera feria agraria de Sant Miquel. El año siguiente se trasladó a su ubicación actual, ya con el nombre de los caudillos ilergetas que hicieron frente a los romanos, Indíbil i Mandoni.
Para González, “es la obra más famosa de Sanmartí” y añadió que su reubicación frente al Arc del Pont sirvió para “que los coches no circularan por el Eix”.
Una obra con errores históricos y usada para fines propagandísticos
La estatua de estos guerreros es un símbolo de Lleida, pero según Joan Ramon González tiene errores históricos. “Indíbil i Mandoni nunca llevaron falcatas porque no eran de su época ni tampoco vestían túnicas, eran guerreros”.
González dijo que históricamente se usó para fines propagandísticos diversos. Su creador, Medardo Sanmartí, la bautizó como “primer grito de independencia en España por los caudillos Istolacio e Indortes contra la dominación cartaginesa”. Un hecho que la Segunda República aprovechó para hacer carteles con los dos guerreros vestidos de milicianos en el que instaban a defender la libertad en la Guerra Civil.
Por otro lado, en 1945, el alcalde franquista de Lleida Víctor Hellín “usó la estatua para defender la autarquía de España”.