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Lleida practica en dos meses 16 abortos entre las semanas 9 y 14 de gestación
Dieciséis mujeres han abortado entre las semanas 9 y 14 de gestación en la clínica Mi NovAliança de Lleida desde que en octubre este centro recibió la acreditación. Todos estos abortos han sido farmacológicos, aunque se ofreció a las mujeres la posibilidad de que fueran quirúrgicos. En el Pirinieo ha habido 35 hasta la novena semana de gestación.
Las comarcas leridanas cerrarán el año 2021 con importantes avances en el derecho de las mujeres a poder acceder a la interrupción voluntaria de su embarazo si así lo desean. Tras años de reivindicaciones, la provincia ya cuenta con un centro acreditado que puede llevar a cabo abortos quirúrgicos, que permite a las mujeres interrumpir su embarazo hasta la semana 14, en la capital del Segrià. Desde que entró en funcionamiento este servicio el pasado 4 de octubre, la clínica Mi NovAliança de Lleida, mediante un convenio con Salud, ha llevado a cabo un total de 16 abortos, todos ellos farmacológicos. Por lo que, a fecha de hoy, todavía no se ha practicado ningún aborto quirúrgico.
Al respecto, el departamento señala que los profesionales informan a las pacientes de cuál es la mejor opción para ellas, farmacológico o quirúrgico. “Son las mujeres quienes, tras ser informadas, deciden libremente qué opción escogen”, afirman fuentes sanitarias. Asimismo, este año también ha entrado en funcionamiento el servicio de interrupción voluntaria del embarazo, mediante medicación y hasta la semana 9, en el Pirineo, hasta ahora excluido de un derecho que obligaba a las mujeres a tener que viajar a la capital o fuera de la provincia en caso de querer acceder a la intervención quirúrgica, ahora ya posible en Lleida ciudad.
El primero de ellos fue el Hospital Comarcal del Pallars, en Tremp, donde entró en funcionamiento en el mes de marzo, y un mes después lo hizo en el Hospital de la Cerdanya. Tras la acreditación de la clínica privada Mi NovAliança en octubre, el pasado noviembre la Fundació Sant Hospital de La Seu d’Urgell incluyó el aborto farmacológico en su cartera sanitaria. En total, en los tres hospitales se han llevado a cabo 35 intervenciones hasta la fecha.
El último centro en lograr la autorización ha sido el Espitau de Vielha, a principios de este mes de diciembre, aunque todavía no se ha llevado a cabo ninguna intervención, según informó Salud. Pese a los avances para evitar que Lleida fuera la única provincia donde la mujer no podía acceder al aborto quirúrgico, las entidades feministas consideran que “aún queda mucho trabajo por hacer”, ya que el Pirineo sigue estando excluido de esta opción. El Colectivo Feminista del Alt Urgell, que atribuye la entrada en funcionamiento de este servicio a las movilizaciones de las entidades en la calle, considera que el hospital de La Seu “cuenta con los medios necesarios para poder llevar a cabo el aborto quirúrgico” y atribuye a falta de voluntad política que no se haga.
El colectivo también recuerda el elevado porcentaje de profesionales del sistema sanitario público que son objetores de conciencia, que diversos estudios cifran entre un 67 y un 91 por ciento, aunque Salud no ofreció ninguna información al respecto al asegurar que son datos confidenciales. “La objeción de conciencia es un derecho, pero en ningún caso puede ser un argumento para dejar de ofrecer el servicio”, advierten. De hecho, la objeción de conciencia es uno de los temas que quiere abordar la reforma de la ley del aborto que plantea el ministerio de Igualdad.
Se plantearía la necesidad de regular la objeción de conciencia para que la mujer pueda acceder al aborto en un centro público y cercano a su domicilio. Asimismo, la reforma también quiere eliminar la obligación de tener el permiso paterno para las jóvenes de 16 a 18 años que quieran abortar, así como eliminar los tres días de reflexión antes de proceder a una interrupción voluntaria del embarazo. Por su parte, Marea Lila de Lleida y Dones Lleida reivindican que el aborto quirúrgico se haga en los hospitales públicos de referencia en todo el territorio.
“Sigue habiendo una desigualdad territorial porque las mujeres del Pirineo tienen que venir hasta Lleida para abortar quirúrgicamente”, señalan. En cuanto a la ley del aborto, Marea Lila considera necesario blindar el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo para que todos los hospitales públicos estén obligados a practicarlos. Consideran urgente que la legislación se adapte a los nuevos tiempos
Más de 850 leridanas decidieron abortar en 2020, una treintena menores
Un total de 858 mujeres de las comarcas leridanas decidieron interrumpir de forma voluntaria su embarazo durante el año pasado, lo que supone un descenso del 2% respecto a 2019, siendo el primer ejercicio, marcado por la pandemia de la Covid-19 y las restricciones que ha conllevado, con una menor actividad de atenciones urgentes.
Según el último informe publicado por el ministerio de Sanidad, los abortos voluntarios presentaron un descenso generalizado en todo el Estado. En Catalunya, donde hubo 18.964 intervenciones en 2020, cayó un 8,6% respecto a un año antes. En el conjunto de España, la cifra fue de un total de 88.269, cerca de un 11% menos.
En la provincia de Lleida, es la primera vez que la cifra de interrupciones voluntarias del embarazo desciende en los últimos cuatro años, pero con un porcentaje mucho menor en relación a la media catalana y estatal. Hay que tener en cuenta que las embarazas leridanas que querían abortar quirúrgicamente durante el año pasado, y buena parte de este, entre la novena y la decimocuarta semana de gestación tenían que desplazarse a Barcelona, Tarragona o Girona, pues en Lleida no había hasta el pasado mes de octubre un centro acreditado para hacerlo. Según los datos del ministerio, el año pasado un total de 32 menores de edad decidieron poner fin a su embarazo en la provincia, una cifra inferior a la de 2019, cuando fueron 35.
La más joven tenía 14 años. También se ha reducido el porcentaje de menores de 20 años que deciden abortar, al pasar del 12% en 2019 al 9,2% en 2020, hasta un total de 79 casos. El informe señala que los centros que notificaron casos durante el año pasado fueron los CAP de Balaguer, Mollerussa y Tàrrega así como el hospital Arnau de Vilanova de Lleida.
Mientras, cuatro de cada diez mujeres que abortaron no tenían hijos y en el 65% de los casos era la primera vez que interrumpían el embarazo de forma voluntaria. Asimismo, el informe destaca que en el 92% de los casos se hizo a petición de la mujer mientras que en 34 intervenciones se tomó la decisión por riesgo de anomalías graves o riesgo vital para el feto, y en 24, por riesgo grave para la salud o la vida de la embarazada. La mayoría de las mujeres opta por pedir información a los centros públicos y cerca de ocho de cada diez abortos voluntarios se produjeron en las primeras 8 semanas de gestación.
Según el informe del ministerio de Sanidad, más del 36,5% de las mujeres admitieron que no utilizaban ningún tipo de método anticonceptivo, aunque no consta ninguna respuesta en más de un centenar de casos.