Ingresa en prisión el condenado por la muerte de una joven en la N-240

El conductor condenado por el accidente en la N-240 en Lleida en el que perdió la vida la joven de Les Borges Blanques Marta Soria está en prisión desde el lunes. Así lo comunicó ayer a la familia de la víctima el Juzgado de lo Penal 2 de Lleida. Los Mossos d’Esquadra buscaban al condenado desde el pasado 14 de noviembre para notificarle el ingreso en prisión después de que el juzgado revocara la paralización de la ejecución de la sentencia y ordenara encarcelar al hombre, condenado a 2 años, seis meses y un día de cárcel por haber causado el accidente mortal, que tuvo lugar el 16 de octubre de 2016.

Precisamente, según ha podido saber SEGRE, ayer la acusación particular había solicitado que se dictara una orden de búsqueda e ingreso en prisión que finalmente no hizo falta. El padre de la víctima, Carlos Soria, aseguró a este diario que “cinco años después por fin se hace justicia”. “Se ha hecho eterno y al menos ahora el acusado está dentro de la cárcel”, afirmó.

El pasado mes de noviembre, el magistrado estimó los recursos presentados por la Fiscalía y la acusación particular, representada por el abogado Josep Maria Peiró, después de que semanas atrás hubiera paralizado la ejecución de la sentencia al estimar el recurso de la defensa del condenado, que argumentó que ya había solicitado el indulto ante el ministerio de Justicia, como avanzó SEGRE el pasado 15 de octubre. El hombre tenía entonces 10 días para entrar en prisión voluntariamente, pero no lo hizo. La familia de la víctima, en su escrito, expuso todas las infracciones que cometió el condenado en el que considera que “ha sido un asesinato vial” y finalizó la argumentación diciendo que “estamos pasando una cadena perpetua” por un dolor “irreversible”.

La sentencia, del pasado mes de junio, ratificó la condena por un delito de homicidio por imprudencia. Se consideró probado que el infractor no respetó el límite de velocidad, ya que como mínimo iba a 118 kilómetros por hora cuando la vía está limitada a 90 km/h. Asimismo, hizo un adelantamiento invadiendo el carril contrario a pesar de ver el vehículo de la víctima.

La família de la víctima, en el seu escrit, va exposar totes les infraccions que va cometre el condemnat en el que considera que “ha estat un assassinat viari” i va finalitzar l’argumentació a les instàncies judicials dient que “estem passant una cadena perpètua” per un dolor que “és irreversible”. Va afegir que “esperem que com a pares, germans i familiars i amics, vostès puguin empatitzar amb la nostra situació”. La sentència ja és ferma.

L’Audiència de Lleida va ratificar el mes de juny passat la condemna per un delicte d’homicidi per imprudència. Es va considerar provat que l’infractor no va respectar el límit de velocitat, ja que com a mínim anava a 118 quilòmetres per hora quan la via està limitada a 90 km/h. Així mateix, va fer un avançament envaint completament el carril contrari, encara que va veure el vehicle de la víctima.

“No hi ha dubte que la causa de l’accident va ser aquesta invasió de carril, ja que la víctima no va poder fer res per evitar la col·lisió”, resa la sentència. Tanmateix, va descartar la condemna per homicidi dolós a l’assenyalar que no es va acreditar que l’investigat conduís sense els llums encesos o que estigués fent un joc de perseguit-perseguidor amb un altre vehicle implicat en l’accident. La família demanava quinze anys de presó.