Los pacientes de muy alto riesgo recibirán una cuarta dosis contra la covid
Las personas de muy alto riesgo, como algunos enfermos de cáncer, trasplantados, en diálisis o hemodiálisis, mayores de 40 años con síndrome de Down o que toman fármacos inmunosupresores, entre otros, recibirán una nueva dosis adicional, la cuarta, a los cinco meses de haberse puesto la tercera. Se trata de los colectivos incluidos en el Grupo 7 de la estrategia de vacunación y aquellas en tratamiento con medicamentos inmunosupresores, a los que ya en septiembre se les administró una tercera dosis de ARNm para completar la pauta y a los que la Comisión de Salud Pública ha acordado este jueves darles una cuarta.
Estos pacientes, –en general, trasplantados, con fallo renal crónico, algunos contagiados con VIH y algunas inmunodeficiencias primarias– y aquellas sometidos a ciertas terapias inmunosupresoras tienen una respuesta inmune inferior a la de la población general tras las pautas convencionales de las vacunas. Además, tal y como consta en la estrategia, es más probable que trasmitan el virus a sus contactos domiciliarios, a lo que se une el hecho de que los pacientes inmunodeprimidos en los cuales persiste la infección por SARS-CoV-2 pueden generar nuevas variantes más transmisibles o más virulentas. En su caso, se considera una dosis adicional y no de recuerdo como la del resto de la población; es así porque, al tener su sistema inmunitario debilitado, no alcanzan el nivel de protección adecuado y requieren de esta nueva inyección para completar la pauta.
Mientras que las dosis de refuerzo se administran a personas vacunadas para restaurar la protección si se pierde con el tiempo; en España recibían hasta hoy este tercer pinchazo todas las personas por encima de 40 años y los vacunados con AstraZeneca y Janssen independientemente de su edad. Pero, desde este jueves, los destinatarios de la dosis de recuerdo son todos los mayores de 18 años, tal y como ha establecido también este jueves la Comisión de Salud Pública en una reunión en la que ha reducido además de seis a cinco meses el intervalo de tiempo que debe transcurrir entre la segunda y tercera inyección.