ENSEÑANZA EQUIPAMIENTOS
Plan para unificar el colegio Cervantes en su edificio del Canyeret y cerrar el de Cavallers
Propuesta de Educación y la Paeria para impulsar este centro ubicado en el Barri Antic concentrando a todos los alumnos en la sede más nueva || Hace dos años el departamento planteó cerrar la escuela
Educación y la Paeria plantean unificar el colegio Cervantes en el edificio del Canyeret, estrenado en 1993, y dejar el de la calle Cavallers, que es mucho más antiguo y requiere una gran inversión para ser rehabilitado. Actualmente, los alumnos de educación Infantil y ciclo inicial de Primaria (primero y segundo) van al inmueble del Canyeret y los de ciclo medio y superior (de tercero a sexto), al de Cavallers. No es aún una decisión firme, sino una propuesta que se debatirá en la mesa de trabajo en la que participan también representantes del centro, de las organizaciones vecinales y otras entidades del Barri Antic y los sindicatos del sector de la enseñanza, que se convocará en breve.
La idea es agrupar a todos los estudiantes del Cervantes en el inmueble del Canyeret, que cuenta con unas instalaciones más modernas y dispone de espacio para todos los escolares, y dejar de utilizar el de Cavallers, que no es adecuado. Incluso se plantea ajustar el número de plazas de P-3 y ofrecer en la sede unificada un modelo similar a las escuelas rurales, con niños de varios niveles juntos en un mismo grupo. En todo caso, el objetivo del cambio es dar un impulso al educativo al centro, según confirmaron varias fuentes.
Este es uno de los colegios más segregados de la ciudad de Lleida, buena parte de los alumnos que escolariza son de fuera del Barri Antic y registra problemas de absentismo que se centran entre los alumnos más mayores, los que en la actualidad van a clase en el edificio antiguo de Cavallers. Hace dos años, el departamento barajó la posibilidad de dejar de ofertar P-3 en el colegio Cervantes para ir extinguiendo progresivamente el centro y así lo comunicó a los docentes. Sin embargo, después de la oposición que la propuesta suscitó en el ayuntamiento (el alcalde aseguró que no se cerraría) y la propia comunidad educativa, Educación dio marcha atrás.
De hecho, entonces la junta de personal docente ya apostó por unificar la escuela en el edificio del Canyeret, ampliándolo incluso, en lugar de cerrarla. Consideró que la solución para evitar la segregación de este centro no era su clausura, sino precisamente un nuevo modelo y una apuesta decidida por dignificar el colegio.