POLÍTICA AYUNTAMIENTO DE LLEIDA
La Paeria ya tiene nuevo presupuesto al fracasar el intento de moción de censura
Pueyo y Larrosa se culpan mutuamente del bloqueo temporal de las cuentas
El ayuntamiento de Lleida ya tiene aprobado inicialmente el presupuesto para este año después de que la pasada medianoche acabara el plazo para que la oposición presentara una moción de censura contra el alcalde, Miquel Pueyo, que también ha quedado ratificado después de perder hace un mes la cuestión de confianza.
El presupuesto de la Paeria de Lleida quedó ayer aprobado inicialmente de forma automática al no lograr el PSC sumar la mayoría absoluta para presentar una moción de censura contra el alcalde en el mes de plazo que tenía después de que este perdiera la cuestión de confianza. De este modo, las cuentas salen adelante un mes y medio después de que no se pudieran aprobar en el pleno porque el Comú se abstuvo a última hora, rompiendo su acuerdo con ERC y Junts. Entonces, el alcalde, Miquel Pueyo, presentó una cuestión de confianza vinculada a la aprobación de las cuentas que perdió, por lo que se abrió este mes de plazo para una censura.
El PSC, principal partido de la oposición, afirmó ayer que tenía el apoyo de 13 de los 14 ediles necesarios, por lo que no ha podido presentarla, lo que además de la aprobación inicial de las cuentas comporta que Pueyo quede ratificado. Tras confirmarse este hecho, Pueyo subrayó que “para mí lo más importante es que se pueda cerrar el periodo de incertidumbre y se pueda aprobar provisionalmente un presupuesto de 190 millones de euros pensado para la recuperación económica y social de Lleida” y que “lo único que he de lamentar es que se haya atrasado casi dos meses, es un tiempo perdido para los intereses de la ciudad y quizás alguien tendrá que explicar en su momento por qué los hemos tenido que perder”. Añadió que durante este periodo “mi misión principal ha sido la que corresponde al alcalde de todos los leridanos”.
En este sentido, insistió en que “mientras otros han tenido tiempo para hacer acciones, a veces con cierto grado de teatralidad, yo me he tenido que concentrar en la realidad de las necesidades de la ciudad”. Por su parte, el jefe de la oposición y líder del PSC, Fèlix Larrosa, destacó que este escenario de bloqueo temporal “nos lo ha traído el alcalde por su incapacidad de lograr acuerdos”. Remarcó que no apoyaron las cuentas “por la negativa a dejar sobre la mesa el albergue de Pardinyes” y calificó al gobierno de “sectario”.
Larrosa dijo que “tenemos 13 apoyos, insuficientes para la moción, pero más de los que tiene el gobierno” y que el Comú deberá explicar por qué no les apoyó. “Primero les ofrecimos un gobierno bipartito y luego que nosotros gobernásemos en solitario”, dijo Larrosa, que aseguró que los ediles del Comú “pidieron apoyar las cuentas y presentar la censura un mes más tarde, pero en operaciones de electoralismo y populismo no nos encontrarán”. Justificó su rechazo a que el PP entrara en el gobierno “por coherencia ideológica”, y dijo que pese a lo ocurrido, están dispuestos a llegar a acuerdos con el gobierno “por el bien de la ciudad”.
Por último, calificó de “humo” los proyectos anunciados por el gobierno estas últimas semanas y afirmó que “el experimento Pueyo en Lleida ha fracasado. Como dijo el alcalde, quedan 442 días de mandato y tengo más fuerza que nunca, quiero ser alcalde, pero no lo seré a cualquier precio”, concluyó Larrosa.
Reparto de críticas hacia el equipo de gobierno y el grupo socialista
Los otros dos grupos de la oposición, el PP y el Comú, también dieron su versión sobre el frustrado intento de censura.
El primero fue el líder del PP, Xavi Palau, que lo calificó de “doble fracaso. El gobierno perdió la cuestión de confianza y el primer partido de la oposición ha sido incapaz de sumar una alternativa”, dijo. También criticó que el PSC vetara su posible entrada en el gobierno y añadió que “hemos recibido 0 propuestas sobre cómo se quería hacer este gobierno”.
El portavoz del Comú, Sergi Talamonte, dijo que el PSC “ha sido incapaz de plantear una propuesta seria de gobierno alternativo” y le atribuyó un “cálculo electoralista”. A su vez, criticó al gobierno por su “inmovilismo” y de olvidar “las políticas de cambio”.