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La depuradora recoge 226 toneladas de residuos no degradables en 2021
Sobre todo toallitas, mascarillas, preservativos, tampones, cigarrillos y bastoncillos
La depuradora de Lleida ciudad recogió el año pasado un total de 226.240 kilos de basura no degradable –toallitas, mascarillas, preservativos, tampones, cigarrillos y bastoncillos para las orejas que deben tirarse al contenedor gris–. Es un 12% menos que en 2020 y una de las cifras más bajas de al menos los últimos seis años, según los datos recogidos por la concesionaria Aigües de Lleida. Aunque los residuos que los leridanos tiran por el retrete continúan siendo mayoritariamente toallitas, ha bajado “un poco” el desecho de mascarillas con respecto a 2020, explicó el director de Aqualia, Joan Casanovas, que atribuyó a una “posible concienciación de la ciudadanía” que el año pasado se recogiera menos basura que en los últimos años.Por ejemplo, en 2019 fueron 240 toneladas; en el año 2018, 289 toneladas; en 2017, unas 247; en 2016, 255 y en 2015, 262, mientras que en 2013 fueron 308 toneladas y en 2012, 331.“La tendencia es que va disminuyendo, pero todavía no tenemos indicios claros”, apuntó el director de Aqualia.
Recordó que “el principal problema siempre es el de la toallita, ya que al mezclarse con agua, grasas, aceite y jabones se forma una masa sólida que se engancha con otros residuos y con el tiempo se puede obturar la red del alcantarillado”. Dijo que conocen los puntos de la ciudad donde más se producen estos “atascos” y que es donde actúan más a menudo. “Puede variar según las características del terreno, ya que si hay una calle que hace pendiente, el agua se desliza de una forma fácil y no suele causar problemas, pero en otras zonas, como Ciutat Jardí, donde el terreno es plano, el agua no corre tanto y es más fácil que se acumulen distintos materiales”, explicó Casanovas.
Añadió que independientemente de limpiar estos puntos más conflictivos, a lo largo del año hacen el mantenimiento del 10% de la red de tuberías.