Piden 6 años de prisión a un hombre acusado abusar de su hijo de 5 años en Lleida

Un hombre acusado de abusar de su hijo de 5 años, en septiembre de 2019 en Lleida, se enfrenta a 6 años de prisión por un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años con el agravante de parentesco. Es lo que pide la acusación particular, que representa la madre del niño, y finalmente también la fiscalía, que inicialmente pedía la absolución pero que, después de escuchar la declaración del acusado y los testimonios durante el juicio celebrado este miércoles en la Audiencia de Lleida, se ha adherido a la petición de la acusación al considerar que los abusos han quedado acreditados. El acusado, que ahora tiene 45 años, ha negado los hechos y en el turno de última palabra ha reiterado que es inocente.

Los hechos se destaparon el 26 de septiembre de 2019, cuando una profesora pilló al niño en el lavabo de la escuela haciéndole una felación a un compañero de otra clase, los dos de primero de primaria. Tanto la tutora del niño que habló con él sobre lo que acababa de pasar, como la psicóloga que trató al menor en octubre han declarado que el niño reconoció lo que estaba haciendo y que les dijo que lo encontraba "normal" porque es "lo que hacía con su padre".

A raíz de este hecho, las dos tutoras de los niños lo explicaron a la directora de la escuela, que activó el protocolo e informó tanto a los Mossos como la madre del niño. La tutora del niño ha explicado también que al día siguiente el niño le puso un papel en el bolsillo donde se podía intuir la palabra "gracias", que la fiscal atribuye al hecho de que "lo había librado del secreto".

La madre del niño, que también ha declarado en el juicio, ha explicado que un mes antes de los hechos, en agosto de 2019, notó que su hijo se comportaba de manera "extraña", "muy exhibicionista", ha dicho, y que un día le explicó con gestos que le tocaba el pene al padre y que entonces el padre se meaba. "Fue entonces cuando pedí ayuda pero había lista de espera y lo derivaron a una psicóloga en octubre", cuando ya habían pasado los hechos. "A raíz de eso sufro crisis de ansiedad", porque, ha reconocido, que los hechos la sobrepasaron. La psicóloga, que todavía trata al niño, ha declarado que el niño le explicó los hechos al cabo de un tiempo y que se notaba que estaba enfadado con su padre. "Ahora está un poco más tranquilo pero sigue enfadado con el padre", ha dicho.

Los Mossos que detuvieron al acusado han declarado que en el momento de la detención les sorprendió que el hombre estaba más preocupado por si le pondrían una multa porque tenía el coche en la zona azul que por la detención en sí. También han declarado los psicólogos del Equipo de Atención a la Víctima (EATAV) que lo visitaron un año después de los hechos. Han explicado que consideran al niño un testimonio "válido" aunque no pueden concluir si es creíble o no porque explica los capítulos de abusos de manera "breve" y "evasiva". "No podemos decir que sea creíble pero tampoco que no lo sea" pero los hechos que rodean el caso nos llevan a pensar que el niño "ha sufrido un abuso intrafamiliar", han asegurado.

Los peritos del EATAV se refieren en concreto a "la revelación abrupta del posible abuso", que tiene lugar a raíz de una conducta en la escuela y que no responde a un posible condicionamiento de la madre, tal como alega la defensa. También al "secretismo" ya que en casos de abuso por parte de una persona próxima y de confianza, el menor "no cuestiona la conducta". Y finalmente también a la reacción del niño cuando alguien intenta hablar de los tocamientos con el padre. "Deja de hablar y en una ocasión incluso se marcha dando un portazo", explican. "Todos estos hechos otorgan verosimilitud al relato ya que se intuye que alguna cosa hay", concluyen. Precisamente las declaraciones de todas las partes han hecho que la fiscal haya decidido cambiar su posicionamiento y pedir una condena para el acusado. "Con las pruebas que teníamos inicialmente no descartábamos que el niño hubiera podido ver alguna cosa, como a su padre manteniendo relaciones sexuales con la novia, que le hubiera hecho repetir los hechos con su amigo," ha explicado.

Después de haber escuchado a los implicados y los testigos, sin embargo, concluye la fiscal, "consideramos que no se trata de un acto de imitación sino que estamos ante un verdadero abuso intrafamiliar". Además, ha añadido, desde 2019, en el que se le prohibió al padre el contacto con el menor de manera preventiva, en ningún momento el hombre ha pedido reprender visitas "ni siquiera en el punto de encuentro". Pero el punto de inflexión, ha añadido el ministerio público, ha sido la declaración del EATAV y también de la psicóloga del niño, a quien el niño relató abusos sufridos por parte de su padre. También por la reacción corporal del menor cuando alguien le pedía que lo explicara, que se enfadaba, ha añadido.

La acusación particular entiende que hay bastantes pruebas que acreditan que el acusado es culpable de un delito de abuso sexual continuado a menor de 16 años con agravante de parentesco y pide que se condene el hombre a 6 años de prisión. También pide que se le prohíba comunicarse o acercarse al menor durante 10 años cuando salga de la prisión, que se le impongan 10 años de libertad vigilada, que se le obligue a participar en cursos de educación sexual y que se le retire la custodia del niño. También pide una indemnización de 15.000 euros por daños morales.

La Fiscalía se ha adherido a las peticiones de la acusación particular mientras que el abogado de la defensa pide la absolución del acusado al entender que no se ha desvirtuado la presunción de inocencia, que no existe prueba de cargo que acredite que el acusado es culpable del delito y que el hombre siempre lo ha negado.