La Urbana de Lleida multa a más de un peatón al mes por cruzar en rojo o por lugares indebidos

Cruzar la calzada con el semáforo de peatones en rojo o bien por lugares indebidos puede costar caro, si un agente de la Guardia Urbana te ‘caza’ in fraganti en plena infracción. Se trata de una acción incívica e imprudente desafortunadamente bastante común, que aumenta el riesgo de atropello, y el año pasado la Policía Local impuso 18 multas por este concepto y en lo que va de año, ya se ha tramitado al menos otra más. Del total de 2021, nueve fueron por no respetar la luz roja del semáforo y las otras nueve, por cruzar por zonas no habilitadas para ello.

El cuadro de sanciones asociado a la ordenanza municipal de circulación tipifica con 200 euros la multa para un peatón por “no respetar las señales luminosas en un paso regulado por semáforos” (se rebaja a cien si se abona antes de veinte días). La de “cruzar la calzada por una zona no destinada a peatones” es de 80 euros, 40 si se paga pronto. Los agentes también pueden sancionar con 80 euros a peatones por “no adoptar las precauciones necesarias al llevar objetos molestos o peligrosos”, “detenerse en las aceras formando grupos que dificulten la circulación”, “subir o bajar de un vehículo en marcha”, “circular de forma que moleste” al resto de peatones y “colgarse o circular encima de un coche en movimiento”.

Además, el cuadro de multas tipifica con 200 euros “desobedecer los peatones las señales de los agentes en un paso regulado por estos” y “acceder a la calzada son las precauciones necesarias para cruzar sin peligro”.Por otra parte, el alcalde, Miquel Pueyo, explicó ayer en UA1 que solo un 37% de las multas de zona azul que se impusieron el pasado enero se acabaron tramitando. En concreto, 1.879 de 5.046. El resto, 3.428, fueron anuladas por los infractores.

En total de denuncias fue un 2,2% superior que en enero de 2020 (117 sanciones más). Pueyo defendió que la finalidad de las áreas reguladas con parquímetro no es recaudatoria sino “conseguir que los vehículos circulen y que las plazas de aparcamiento en la calle no se conviertan en una solución de estacionamiento para días o semanas” y apuntó que “la gestión de este servicio tiene unos costes y prácticamente estamos en paz”. La zona azul está gestionada actualmente por la concesionaria Eysa, pero está previsto que en el tramo final del año la asuma la Empresa Municipal de Urbanismo (EMU).

Dos nuevos coches híbridos y con rotulación europea

La Guardia Urbana estrenó ayer dos vehículos rotulados híbridos nuevos, con los que ya son 5 de un total de 17, y la voluntad es ir incorporando más para reducir las emisiones de CO2. “En la lucha contra el cambio climático las administraciones hemos de procurar ir en primera línea o un poco más allá”, indicó el alcalde, Miquel Pueyo. Se trata de dos turismos KIA Niro equipados con “la última tecnología policial” y que disponen de “rotulación europea, con colores amarillos y azules, que los hacen más visibles y fáciles de identificar para el ciudadano”, señaló el subjefe Josep Ramon Mallada.

Pueyo apuntó que el objetivo es dotar cada año a la Policia Local con dos coches nuevos “para renovar progresivamente el parque móvil porque los vehículos policiales circulan muchas horas y con marchas cortas, y sufren mucho desgaste”. La renovación de la flota es una larga reivindicación de los agentes y los sindicatos.Por el momento no se plantean comprar vehículos 100% eléctricos porque, además de ser más caros, deberían dejar de patrullar unas horas para poder recargar las baterías.