EDUCACIÓN PROGRAMA MAGNET
Pequeños arquitectos
La escuela Camps Elisis abre sus puertas para mostrar su proyecto de enseñanza basado en esta disciplina || Busca ensalzar el potencial del centro educativo
“Estamos rodeados de arquitectura, ¿por qué no usarla para enseñar?”. Este es el objetivo con el que hace ahora cuatro años la escuela Camps Elisis y el Colegio de Arquitectos de Lleida (COAC) empezaron a trabajar juntos a través del proyecto Magnet, que busca potenciar el trabajo pedagógico del centro con este colegio profesional, y ayer los alumnos hicieron todo tipo de actividades relacionadas con la arquitectura para aprender matemáticas, ciencias y otras asignaturas claves. “Con esta iniciativa hacemos que todas las materias o la mayoría de ellas tengan la arquitectura como eje vertebrador para educar y participan todos los alumnos del centro”, dice el director del Camps Elisis, Jordi Porta.
Y un ejemplo de ello es que ayer en el patio del colegio se podía ver alumnos haciendo planos de viviendas y construyéndolas con cajas, creando una cúpula con figuras geométricas, haciendo clases de dibujo con todo tipo de formas e incluso haciendo una ciudad de rascacielos con cartones. “Es el cuarto año que colaboramos con el Colegio de Arquitectos y los alumnos están muy motivados y se lo pasan bien aprendiendo”, añade Porta. Por su parte, el tesorero del COAC, Lluís De la Fuente, señala que con estas jornadas “potenciamos el interés de los pequeños por la arquitectura y promovemos el conocimiento de las dimensiones, su versatilidad y diseño para que los alumnos los relacionen con temas o problemas de su día a día”.Otro de los objetivos clave de esta iniciativa es potenciar y ensalzar la labor de la escuela y profundizar la ambición, la originalidad y la eficacia de su proyecto educativo.
“Ayudamos al centro a ser más tenido en cuenta por el vecindario, y el departamento de Educación nos ha dicho que las segundas opciones de matriculación en el centro han aumentado”, señala De la Fuente.Uno de los alumnos que participó en la jornada de ayer fue Shada Montri, de once años, que diseñó una casa con sus propias manos. “No creo que sea arquitecta, pero me gusta mucho hacer estas actividades porque aprendemos a diseñar casas y todo tipo de cosas, aprendemos y nos lo pasamos bien”, señala.
Las obras del antiguo edificio, listas en un año