ESNOTICIA
Lleida empadrona ya a 200 refugiados de Ucrania y lleva a clase a los menores
Los ayuntamientos de Lleida han empadronado ya a los primeros 200 refugiados procedentes de Ucrania y han empezado a escolarizar a los menores de edad, mientras se preparan para dar acogida a más desplazados por la invasión rusa. Se adelantan así a las normas europeas que deberán regular su acogida en los países de la Unión.
La realidad va muy por delante de la regulación de la acogida de ucranianos que huyen de la guerra y, si el martes la Unión Europea publicó la normativa que permitirá dar protección a los refugiados, los ayuntamientos han tenido que avanzarse y afrontar a diario la acogida y la integración de decenas de trasladados.
En Lleida, los ayuntamientos han empadronado ya al menos a 200 refugiados ucranianos. Con datos de ayer, solo en Guissona eran 94 y en Lleida ciudad, diez unidades familiares, además de 36 empadronados más en Tàrrega, por citar los ejemplos más claros. En paralelo, las escuelas ya reciben a los primeros alumnos trasladados a raíz del conflicto: en Tremp, una niña comenzó el lunes a ir a clases a la escuela Maria Immaculada, mientras que seis menores lo harán hoy en el colegio de La Portella.
Precisamente, la conselleria de Educación avanzó ayer que todos los niños en edad escolar que han huido del conflicto se podrán matricular aunque “falte alguna documentación” y tendrán cobertura de servicio de comedor. También anunció que estudiará reforzar la dotación de profesionales de apoyo emocional, trabajadores sociales, orientadores y técnicos de integración social.Pese a todo, ayuntamientos consultados no habían recibido ayer esta información. En Guissona, donde 36 de los 94 refugiados hasta ayer son menores (todos ellos están acogidos en 46 unidades familiares), la matriculación es el principal problema que afronta el ayuntamiento, según el alcalde, Jaume Ars.
Al menos hasta ayer, ni el consistorio ni los servicios educativos habían sido informados de que los alumnos puedan ser preinscritos y hoy prevé poner en marcha actividades y servicios de atención para niños y jóvenes bajo el nombre de Espais d’Acollida: lecturas en la biblioteca; actividades enla Fundació Josep Santacreu; la escuela de música; el Consell Local d’Esports o la Escola de Dansa Montse Esteve. Son al menos ocho espacios donde se han organizado todo tipo de actividades para dar atención a los menores refugiados. La mayoría de los ucranianos que huyen del conflicto son mujeres con hijos, ya que los hombres adultos han sido llamados a filas y deben quedarse en el país. Casi todos los refugiados residen por ahora en casas de familiares, con alguna notable salvedad como la de Torrefarrera, donde el ayuntamiento sufraga el hotel a cuatro que esperan un hogar de acogida. En La Portella, más del 10% de la población (80 de unos 730) son ucranianos, lo que genera un efecto llamada. Ya han llegado una decena de refugiados que residen con familiares y se espera a 5 o 6 más mañana.
Según el alcalde, Carles Català, hay ocho niños y hoy algunos comenzarán el colegio. Mollerussa registró ayer a 3 refugiados y El Pont a ocho. A Tremp han llegado dos familias y Solsona ha empadronado a tres: son 7 personas, de las cuales tres son niños que se han escolarizado. La Seu espera 5 familias, a las que ofrecerá empadronarse y matricular a los niños, mientras La Torre de Capdella espera el lunes a 4 mujeres y un niño de 4 años. Los acogerá en un piso municipal e inscribirán al menor en la escuela La Vall Fosca.
En el caso de Lleida ciudad, la mayoría de las 10 familias atendidas por el servicio de acogida familiar están formadas por madre e hijos. Los ayuntamientos están recibiendo también numerosas propuestas de alojamiento y ofrecen también espacios municipales a la Generalitat. Por ejemplo, en Les Borges hay dos familias dispuestas a acoger refugiados, mientras que Alcarràs ha ofrecido los barracones construidos hace dos años para dar cobijo a los temporeros con Covid, según el alcalde, Jordi Janés. El delegado de la Generalitat en Lleida, Bernat Solé, que ayer visitó Guissona, explicó que las consellerias de Exteriores; Igualdad, Derechos Sociales; Salud y Educación trabajan en la acogida y atención a los trasladados. “Cuando lleguen familias sin referentes en Lleida o cuando las que ya están aquí deban buscar un hogar tras la acogida, deberán gestionarse todos recursos habitacionales”.