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CONSTRUCCIÓN INMUEBLES

Aumenta en Lleida la demanda de casas construidas con piezas prefabricadas

Es una técnica con costes similares a la tradicional pero más rápida y personalizada || La pandemia y el encarecimiento de los materiales ha provocado que estos encargos en Lleida se hayan triplicado desde 2019

Una de las viviendas que el arquitecto Josep Bunyesc ha edificado con esta técnica.

Una de las viviendas que el arquitecto Josep Bunyesc ha edificado con esta técnica.PRÊT-À-PORTER

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Adaptar una casa o un piso a los gustos de los compradores en lugar de que estos se amolden a las características de la vivienda. Este es el objetivo de promotores y arquitectos con las denominadas casas hechas a medida, también conocidas como industrializadas, que rehuyen las técnicas tradicionales de construcción al edificarlas por piezas tras diseñarlas a medida. Una técnica que ya surgió hace más de un siglo, pero que a raíz de la pandemia y el encarecimiento de los costes de obra va a más debido a que “se utilizan materiales más asequibles como maderas o plásticos, su proceso de construcción es mucho más rápido y su coste es similar a las obras tradicionales”.

Así lo asegura el arquitecto Josep Bunyesc, que señala que esta nueva técnica “se asemeja más a la fabricación de un coche que a la construcción tradicional de una casa, ya que las piezas de esta, como las paredes, ya vienen con todas las capas incorporadas, incluso las ventanas, que vienen hechas de fábrica después de que hayan sido diseñadas de acuerdo con las necesidades del cliente”. Una opinión que comparte el también arquitecto Xavier F. Rodríguez, de la consultoría de arquitectura e ingeniería Br29, que añade que la industrialización “se ha convertido en una necesidad para nuestro sector para así poder minimizar los costes no controlados y poder cuantificar y ejecutar las obras al máximo nivel de detalle, por lo que creemos que esto no es una tendencia, sino un cambio en toda regla en las bases de la edificación de viviendas del presente y también del futuro”.

Con esta técnica se han edificado casas adosadas, chalets, bloques de viviendas e incluso refugios y, según Bunyesc y Rodríguez, el único inconveniente más general es que “hace falta que todo esté definido al detalle antes de empezar a producir las piezas, ya que los diseños son inamovibles y necesitan más planificación y trabajo previo, pero eso luego se compensa con una construcción mucho más rápida”.Como ejemplo de esta mayor celeridad, Bunyesc señala que “hicimos la ampliación del refugio de la Ventosa, en la Vall de Boí con esta técnica y llevamos las piezas en helicóptero, y lo que nos hubiera costado semanas o meses de hacer con el método tradicional lo acabamos en nueve días laborables”. Por otro lado, Rodríguez señala que otra ventaja de las casas industrializadas es que “cada vez se opta más por productos sostenibles e incluso reciclables y las normativas estatales han fijado unos parámetros muy altos en cuanto a eficiencia energética, lo que provoca que siempre busquemos más y mejores materiales tanto a nivel constructivo como medioambiental”.Ventajas constructivas y ambientales aparte, el auge de estas nuevas técnicas también ha llegado por la demanda. Así lo asegura la directora de marketing de la empresa Prêt-à-Porter Cases, Júlia Camats, que señala que “el número de viviendas construidas en Lleida con el sistema industrializado se ha multiplicado por tres desde 2019, está claro que la pandemia ha evidenciado la necesidad de replantear los espacios, la adaptabilidad y ubicación de las viviendas, lo que ha contribuido a esta aceleración de la demanda que nosotros anticipamos hace diez años, cuando empezamos a ofrecer estos productos”.

Sobre el abanico de precios, Camats señala que “hemos construido viviendas que van desde los 230.000 hasta el millón de euros, aunque la media se sitúa sobre los 350.000 euros, y nuestros clientes son mayoritariamente familias de entre 35 y 55 años con hijos, y hacemos muchas segundas residencias”. Camats señala que debido a este auge de la demanda y “dado que son productos 100% personalizables en todos los aspectos”, su empresa lleva años creciendo, habiendo alcanzado el centenar de empleados y ampliando sus sedes y departamentos.

Un fenómeno que “ha venido para quedarse y que sin duda irá a más”

La construcción industrializada de viviendas es “un fenómeno que ha venido para quedarse y que sin duda irá a más”.

Así lo asegura la presidenta del gremio de constructores de Lleida, Núria Cervós, que señala que “además de que se reducen los tiempos de obra, a nivel de sostenibilidad es muy beneficioso porque utilizas exactamente los productos que necesitas, no hay excedentes”. También subraya que “el proceso previo está mucho más digitalizado y, pese a ser más largo, es menos costoso”. Por ello, Cervós considera que la construcción de viviendas en los próximos años “irá muy enfocada en la prefabricación y la industrialización de materiales, tanto por las ventajas mencionadas previamente como porque falta mano de obra cualificada”.

Este último factor preocupa al gremio, ya que el déficit de electricistas, carpinteros “y otros profesionales del ámbito de la construcción ya está provocando demoras en obras, por lo que debemos hacer que el sector vuelva a ser atractivo para los jóvenes y para los trabajadores que a raíz de la crisis de 2008 pasaron a otros ámbitos”.

Una de las viviendas que el arquitecto Josep Bunyesc ha edificado con esta técnica.

Una de las viviendas que el arquitecto Josep Bunyesc ha edificado con esta técnica.PRÊT-À-PORTER

Una de las viviendas que el arquitecto Josep Bunyesc ha edificado con esta técnica.

Una de las viviendas que el arquitecto Josep Bunyesc ha edificado con esta técnica.PRÊT-À-PORTER

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