Lleida perderá La Garrafeta al no quedar sitio para ella en las cocheras de Pla de Vilanoveta

Lleida perderá La Garrafeta, al no quedar sitio para ella en las cocheras del Pla de Vilanoveta, propiedad del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). La famosa locomotora de vapor y una máquina eléctrica del año 1928, hasta ahora custodiadas en la capital del Segrià, emprenderán en cuestión de días o semanas un viaje solo de ida. Su destino es Móra la Nova, donde pasarán a formar parte del Museu del Ferrocarril de esta localidad.

El director del museo, Jordi Sesplugues, explicó que tanto La Garrafeta como la máquina eléctrica son patrimonio estatal, y que el centro de Móra la Nova ha obtenido su custodia después de que renunciara a ella la entidad leridana que hasta ahora las tenía a su cuidado, la Associació per a la Reconstrucció de Material Ferroviari (ARFM). Sespluigues puntualizó que esto se hizo de mutuo acuerdo, tras constatar que la creciente actividad ferroviaria en el Pla de Vilanoveta estaba desplazando a las piezas históricas. La colección de trenes antiguos bajo custodia de la ARFM ocupó sin estrecheces las cocheras cedidas por Adif hasta que tuvo que empezar a compartirlas.

Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) alquiló en 2016 dos de las seis vías de acceso al inmueble para alojar allí los dos trenes que compró para sustituir a Renfe como operadora de la línea Lleida-La Pobla. Un tercer tren llegará este mismo mes. El año pasado se sumó el tráfico de trenes de mercancías, que transportan contenedores del puerto de Barcelona y los almacenan en la zona.

Dos vías que conducen hasta el área de carga y descarga atraviesan el interior las cocheras, lo que impide ocuparlas para dejar el paso libre.Las dos vías restantes son insuficientes para el material histórico que la ARFM ha custodiado y restaurado desde 1997. El espacio del que aún disponen acoge el ferrocarril histórico del Tren dels Llacs. Además de las dos locomotoras que irán al Museu del Ferrocarril, una locomotora de vapor Garrat construida en 1930 está actualmente a la intemperie al no quedar lugar en el interior para ella.

El museo de Móra la Nova prepara ahora el traslado de las dos locomotoras. Una grave avería, nunca reparada por su alto coste, retiró de la circulación hace años a La Garrafeta, que tiró de los vagones del Tren dels Llacs en los primeros años de este ferrocarril turístico. Por su parte, la máquina eléctrica no dispone de permisos para hacerlo. Esto obliga a remolcarlas hasta su nueva destinación.