De estación a apeadero

La estación de autobuses de la calle Saracíbar pasará a partir de hoy a estar gestionada por la Generalitat y la Paeria y se convertirá en un apeadero hasta que entre en servicio la nueva terminal, prevista junto a la estación de trenes y que estará lista en el 2024. Un cambio que llega al finalizar la vigencia de la concesión de 50 años que tenía la cooperativa que la gestionaba y que comportará que el equipamiento pase a ser un punto de salida, parada o destino de autobuses sin ofrecer ningún otro servicio. Esta transformación genera dudas entre los viajeros y trabajadores, que dudan sobre si el funcionamiento del apeadero será el correcto al prescindir de servicios como la venta de billetes en taquilla.

“No sé qué pasará cuando los viajeros tengan dudas con los billetes, los horarios o qué bus deben coger, puede ser un poco caótico”, reconoce David, un vecino de Mollerussa que utiliza varias veces a la semana el bus que une Lleida con la capital del Pla d’Urgell, mientras que un conductor de autobús dijo que “no tengo ni idea” de cómo funcionará el apeadero. Por su parte, los trabajadores del bar de la estación tampoco ven claro que la estación pierda servicios. “Creo que no funcionará muy bien si no hay nadie de información o dirigiendo el tráfico de buses”, señala una camarera, que añade que su local ha puesto, “por seguridad y prevención”, una mampara que separa el acceso del bar del de la terminal.

Paralelamente, ayer varios trabajadores retiraban máquinas expendedoras de billetes y recogían enseres de los puntos físicos de venta de viajes, y un trabajador de la estación admite que “no sabemos qué será de nosotros, pero creo que aunque sea un apeadero se necesita un personal mínimo”. Por su parte, fuentes del ayuntamiento indicaron que el 14 de marzo notificaron a la concesionaria que antes de la entrega de llaves debía liquidar todos los contratos laborales y de servicios excepto los de luz y agua y que prevén hacer una limpieza intensiva del recinto en los próximos días.