Primer lifting a la estación de autobuses de Lleida

Menos de 24 horas después de recuperar la titularidad de la estación de buses de Lleida al expirar la concesión de 50 años con Edalsa, la Paeria se ha puesto manos a obra para adecentar el edificio. Operarios cambiaron las cerraduras, pintaron la fachada de la calle Saracíbar y taparon el letrero de “estación”, puesto que hasta que no esté lista la nueva junto a La Meta en 2024, esta será solo es un apeadero, sin taquillas ni personal de información. También desatascaron sumideros, repusieron luces, barrieron, instalaron carteles provisionales y colocaron vallas en los dos vestíbulos para impedir el acceso a taquillas y lavabos, ya inutilizados.

En los próximos días está previsto sustituir fluorescentes fundidos, limpiar en profundidad con agua a presión, cambiar cristales rotos e instalar los carteles definitivos con información de servicios y horarios. El ayuntamiento tramita ejecutar trabajos de mayor envergadura, como la mejora integral del alumbrado, pintar todo el recinto y colocar cámaras de vigilancia. Edalsa solo retornó a la Paeria la finca de la estación, pero no las de las oficinas y el antiguo restaurante San Bernardo.

Además, la empresa ha comunicado por carta a los 5 trabajadores que quedan subrogados al ayuntamiento, cuando este ha dejado claro que no prestaría el servicio de estación, de manera que por el momento se quedan sin trabajo y sin paro, hasta que Inspección de Trabajo o el juez determine que se ha extinguido la actividad.En el pleno, el primer teniente de alcalde, Toni Postius, lamentó que el edificio haya llegado a la situación actual de degradación. El jefe de la oposición, Fèlix Larrosa (PSC), criticó que un conseller anunciara la nueva estación bajo el puente de Príncep de Viana por 11 millones y ahora otro la anuncia junto a la Meta, primero por 20 millones y ahora por 30. Postius le replicó si prefiere que Lleida tenga una estación con una gran inversión en un edificio emblemático o una menor.